Carlos Suárez
EL ESCALADOR QUE QUERÍA VOLAR
Carlos Suárez se ha enfrentado a todos sus límites dentro del mundo de la aventura. Inquieto, cuenta con un extenso historial de expediciones y viajes por los cinco continentes. Montañas de 8.000 metros, saltos BASE desde 6.000 metros, pasando por sus ascensiones de octavo grado sin cuerda o competiciones. Su historia personal es una reflexión a través del riesgo que entraña superarse a uno mismo en un medio salvaje tan natural como auténtico. Correr, escalar, esquiar y volar está en sus propias huellas.
¿Qué te impulsó a adentrarte en el salto BASE? Necesitaba ampliar mis horizontes dentro del mundo de la montaña, una búsqueda personal. ¿En qué te ha beneficiado para practicar BASE una vida escalando en grandes paredes? Me ha enriquecido mucho, ahora veo la montaña desde otro prisma y ya no lucho con ese espacio que está detrás de nuestras escaladas sino que he formado parte de ese vacío que siempre estaba ahí. En tu opinión ¿qué horizontes puede aportar el salto BASE a la escalada y el alpinismo en grandes montañas? Es más que obvio que ya está aquí y no vino para desaparecer, lo mismo que le ocurrió al parapente que también tuvo sus malas temporadas pero ahí está y se sigue practicando con la misma fuerza. ¿Qué factores aumentan el compromiso en un salto BASE? Sobre todo el viento y la experiencia. En el mundo del aire todos los vuelos son pocos. Sin embargo en tus primeros saltos todo parece muy sencillo y ahí está el peligro. ¿En qué se diferencia un salto base de un salto con traje de
alas? Hay bastantes diferencias. Con un traje vas atado, necesitas haber saltado al menos 300 veces desde un avión antes de tirarte por una pared. Tiene un ángulo de planeo mucho mayor que con tu cuerpo. La distancia mínima segura son alrededor de los 200 metros antes de salir volando. Sin traje puedes saltar de lugares con una altura cercana a los cien metros verticales lo que multiplica las posibilidades de saltar de muchos más sitios. ¿Se necesita una formación previa para pasar de uno a otro? Para empezar a saltar con un traje de alas te recomiendan alrededor de los 250 saltos de paracaídas de un avión. ¿Nos puedes comentar el concepto de líneas de vuelo en salto con traje? Cada vez que saltas de un sitio se puede establecer como una línea o tráfico de vuelo sin el paracaídas. Esto es aplicable al salto con alas sin ellas no se suele comentar.
¿Cuáles son las variables que mides antes de un salto BASE? Altura, viento, aterrizaje y tipo de pared ¿y en traje de alas? Lo mismo y calcular hasta donde puedes llegar que haya también más aterrizajes alternativos.
¿Qué papel juega el instinto? Para mí todo. En mi accidente más grave en la montaña en los Galayos supe que no era el día y no le hice caso al instinto como alguna que otra vez y me fue mal. ¿Cómo controlas tu miedo? Con experiencia y entrenamiento, poco a poco. ¿Qué salto recuerdas con más cariño? ¿Y con más miedo? Los que he hecho con grandes amigos como Darío y Armando. También los de montañas grandes como Asgard, Laila peak y la Torre sin Nombre. ¿Cómo has superado psicológicamente los accidentes que has vivido? Sabía que los iba a vivir por todo lo que había visto antes en el mundo de la montaña. Pero una cosa es saberlo y otra vivirlo. Fue un impacto muy grande cuando se fue Manolo Chana, Stanley y ahora Darío Barrio.Todavía nos estamos recuperando. ¿Quiénes llevan ahora mismo la batuta del salto BASE en el Mundo? Siempre han sido los europeos y americanos. ¿Qué saltos consideras se han hecho en los últimos años que hayan supuesto un hito
en el deporte? Si hablamos de salto BASE hay gente como Douggs con más de 3000 saltos pero hay varios de vuelos de aproximación lo que llamamos proximity que han sido bestiales. Especialmente el de Montserrat es un salto de otro universo hecho por Alexander Polli. Pero quién abrió la veda fue Jeb corliss con sus saltos pasando por globos a centímetros del suelo. Acostumbrado a que os definan como locos… ¿Qué es
la locura para ti? La locura para mí es no ser consciente de lo que se está haciendo. Hay mucho loco por ahí sin saber lo que se juega. El alpinista o el saltador BASE por lo general lo sabe.