Pequeños gestos

¿Os imagináis la característica silueta del Cervino sin nieve? ¿O pelada la del Mont Blanc? Pues en 2050, según los científicos que estudian los efectos del cambio climático, la mayoría de las cumbres de los Alpes estarán sin ella. Un deprimente dato que salió a la luz durante la visita de nuestro amigo Ismael Santos a la redacción: hablando de su trabajo como guía de montaña en Chamonix durante muchos años, nos comentaba cómo cada verano el nivel de la famosa lengua del hielo de la Mer de Glace se reduce considerablemente. Al oírlo se me hizo un nudo en el estómago: ¿quizás mi sobrina, ahora con 2 años, no pueda conocer los Alpes con nieve?... Esta mañana escucho en la radio que los beneficios que nos aporta el turismo en España peligran, porque están subiendo tanto las temperaturas (según la AEMET el cambio climático provocará un aumento de hasta en 6 grados de las temperaturas máximas para finales de este siglo, es decir, que tendremos veranos de 50ºC) que los extranjeros preferirán no venir, pero "todavía nos pilla lejos" (sic). Y es que seguimos viendo esos efectos "a largo plazo". Tenemos cosas más urgentes de las que ocuparnos como el paro y el comer día a día, y efectivamente, por no reciclar, por seguir utilizando el coche y dejar el ordenador encendido no nos cae un rayo y nos desintegra al instante, pero sí que nos matamos poco a poco. Y sí no nosotros -que no llegaremos a 2100- sí nuestros hijos. Como proclamó Obama al anunciar ante la ONU su plan para luchar contra el cambio climático: "Está claro que no es un asunto de otras generaciones. Ya no". Y tampoco es un asunto exclusivo de gobiernos, industrias, empresas... Reducir las emisiones de CO2 y cambiar el uso de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) por energías renovables también está en nuestras manos. No es tarea fácil, hay muchos intereses económicos de por medio, y los gobiernos lo debatirán en la Cumbre del Clima de París en diciembre. Pero nosotros como habitantes y responsables de este Planeta tenemos que tomar también medidas, empezando por lo básico: con una responsable educación medioambiental (todavía estamos a años luz de la cultura ecológica de otros países europeos), y adoptando en nuestra vida cotidiana pequeños gestos que hacen mucho. En este sentido, el Ministerio de Medio Ambiente lanzó en junio la campaña "Un millón por el clima" para animar a ciudadanos e instituciones a comprometerse a tomar medidas que ayudan a reducir las emisiones contaminantes con eso, pequeños gestos (www. unmillonporelclima.es). Y yo os invito a a otra iniciativa (hay muchas), la de WWF: firmar la petición #Niungradomás para pedir al gobierno que apueste por las energías renovables (niungradomas.org). Todo suma. No pensemos que la pelota está en otros tejados. Ya no.