Oxigénate
El explorador británico Henry Worsley está a punto de lanzarse a uno de los grandes desafíos pendientes de toda la historia polar. Esta temporada tratará de convertirse en el primer ser humano que cruza todo el continente antártico en solitario y sin ningún tipo de asistencia externa, en un viaje en el que debe cubrir nada menos que 2.735 kilómetros, a negociar en cerca de tres meses de experiencia totalmente solitaria. Su intención con este extraordinario desafío es homenajear la expedición de Endurance de Ernest Shackleton, la primera que se asomaba a dicho reto en 1915, y que se convertía en uno de los hitos más legendarios de la Edad Heroíca de la Exploración, cuando todos y cada uno de sus hombres sobrevivían tras perder su barco en las fauces del hielo, pasando dos años de absoluto aislamiento. Por ello no es muy difícil entender que su expedición se haya bautizado como Shackleton Solo. La ruta de Worsley que planea abordar parte de la Bahía de Gould, en la Isla de Berner, no muy lejos de donde comenzaba la célebre aventura de Shackleton, hace ahora exactamente un siglo. La ruta continuará pasando por los 90º Sur en dirección a la barrera de hielo de Ross, con lo que sería la primera persona en descender el Glaciar de Shackleton también. Hacerlo solo y sin asistencia significa cargar comida para 80 días, todas las raciones de emergencia y el equipo necesario para sobrevivir en aquellos bastos y vacíos horizontes. La expedición no es sólo una aventura difícilmente abordable, además servirá de inspiración para seguir añadiendo páginas inextinguibles a la historia de la exploración de los límites del conocimiento geográfico y moral del ser humano.