HABITÁCULO Y ACEITE, LOS FILTROS MÁS DEMANDADOS
El desarrollo de los diversos sistemas de filtración del automóvil sigue evoluciones diferentes, dependiendo del grado de mantenimiento de los vehículos en un momento concreto, en unos casos, y del grado de concienciación de los usuarios, en otros. Ese es el caso del filtro de habitáculo, un filtro no indispensable para el funcionamiento del vehículo, pero sí de la salud de los usuarios del mismo.
Dentro de la ausencia global de grandes crecimientos durante este año 2018, la proporcionalidad entre los diferentes tipos de filtros no ha variado sustancialmente: se han detectado ligeros incrementos en filtros de aceite y aire (son volúmenes consolidados). El mercado de filtros de gasolina, debido a cuestiones técnicas y de “durabilidad”, sigue con la tendencia a bajar en volumen. Los de diésel, aunque se vayan a ver afectados en el futuro por el punto de inflexión en las ventas de vehículos nuevos diésel/gasolina, de momento mantienen crecimientos similares a los de aire y aceite.
El filtro para el habitáculo sigue con evoluciones de crecimiento claramente positivas. El reemplazo anual de los filtros de habitáculo ayuda a mejorar la calidad del aire en el interior del vehículo, que a menudo está más contaminado que el del exterior, especialmente en las ciudades sumamente urbanizadas. Tanto el taller como el cliente, se están concienciando de la importancia que tiene este tipo de filtro como elemento de seguridad pasiva.