Hagamos balance...
Según datos aportados por el último informe sobre el sector químico de Euler Hermes interpretado por Solunion, el sector químico se caracteriza por una alta internacionalización, así como por la exigencia de capital y una rentabilidad elevadas. Conviene destacar que, a nivel global, presenta un valor de 1.510 millones de dólares (1.385 millones de euros).
Una de las principales ventajas con las que cuenta este campo de actividad es la altísima capacidad de innovación que tiene. Ello ayuda enormemente al posicionamiento en el mercado de las empresas. Del mismo modo, las compañías del sector tienen puntos de venta diversificados, “lo que suaviza el impacto que generan algunos factores externos en sus ingresos, mientras que el alto nivel de liquidez permite a las compañías hacer frente a los requisitos de capital”, reza dicho informe.
Sin embargo, no todo es color de rosa, ya que al igual que fortalezas encontramos ciertas debilidades. Una de las mayores es la sensibilidad que presenta a los distintos ciclos económicos. A ello, se suma su mala carta de presentación frente a cuestiones relativas al respeto medioambiental… Huelga decir que dicha imagen es, sin duda, injustificada. Pero eso es otro cantar.
Si atendemos de manera concreta a cada uno de los subsectores químicos, podemos apreciar diversas tendencias. Así, el de agroquímicos es el que más desafíos afronta, debido a que depende de los precios globales de los alimentos y de los beneficios de los mercados agrícolas del mundo, que hoy en día se encuentran en descenso. Por su parte, química básica, cosmética y productos de limpieza dependen del comportamiento de la actividad de la industria y la de los hábitos de consumo.
En dicho contexto, el pasado ejercicio 2016 registró un positivo balance para la producción química. Ello, a pesar de que “los bajos precios del petróleo y el gas propiciaron el descenso del coste de las materias primas. La caída abrupta del precio de la nafta ha ayudado a las químicas asiáticas y europeas a acercarse a sus competidores norteamericanos. Estos últimos aún se benefician de una mayor exposición al bajísimo precio del etano”, sostiene el documento de Solunion.
Para este año, los expertos nos hablan de que la facturación no se incrementará de manera llamativa en ningún modo, ya que se espera que su crecimiento se sitúe en el 1,1%. Esperemos tener que corregir las previsiones al alza según vaya transcurriendo la segunda mitad de ejercicio.