Atentos a los cambios
Los indicadores que toman el pulso a la industria química española constatan que la apuesta por la innovación, la seguridad y la eficiencia sienta las bases de un crecimiento que se acelera tras años de dificultades, algo especialmente destacable dado su papel clave en la economía. Con la vista puesta en su propio desarrollo, el sector permanece atento a los procesos que, tanto a nivel nacional como europeo, le afectan de una u otra manera. Así, se mantiene con el ojo avizor ante las perspectivas que plantea el Brexit y los efectos que tendría la salida del Reino Unido de la UE. El intercambio comercial del sector químico entre la UE y Reino Unido alcanza un valor de 42.000 millones de euros anuales, de los que 3.500 corresponden al flujo entre España y dicho país. En este sentido, los últimos pasos del gobierno de May, con un plan que no gusta a los partidarios de un Brexit ‘duro’, han sido acogidos favorablemente por la industria química española, puesto que una salida más agresiva le costaría entre 250 y 300 millones de euros, a lo que habría que sumar otros costes arancelarios generados a lo largo de la cadena de valor de un producto. En casa, la industria sigue pendiente de las actuaciones del nuevo gobierno. Ante la transversalidad de la política industrial y con la recuperación del Ministerio de Industria, se plantea el establecimiento de un órgano que coordine todas las áreas que afectan a la política industrial para impulsar eficazmente medidas que mejoren la competitividad de las empresas industriales de nuestro país y promover el desarrollo de sectores que generan riqueza y empleo. También se defiende la cooperación interministerial en torno al futuro proyecto de ley de transición energética y cambo climático, de acuerdo con el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones y de los precios de la energía eléctrica, factores que afectan directamente a la economía española.