AGUAS RESIDUALES
El tratamiento de aguas residuales es un sector profundamente innovador debido a la fuerte competencia. Tanto es así, que las empresas de recia raigambre dedican una parte de sus recursos a este menester. No hacerlo así les supondría abandonar esta activi
El peso de la innovación
En torno a él, en los últimos tiempos, se ha desatado la polémica de si debe ser un servicio público o privado. Desde luego la cuestión está mal planteada, porque el servicio será público mientras no cambien las normas. Cosa distinta es que se preste por un agente público, privado o mixto, cada uno de los cuales tiene sus ventajas e inconvenientes. No obstante nos atrevemos a decir que la experiencia demuestra, salvo raras ocasiones, que el sistema privado tiene más ventajas: es más eficaz y eficiente, entre otras razones porque la empresa encargada del servicio debe conseguir que el agua depurada tenga la calidad que le exige la administración de que se trate, so pena de incurrir en sanciones de todo tipo, no solo económicas. Además, su capacidad de
respuesta ante situaciones extraordinarias es mayor y su actuación está sometida a un contrato, no a decisiones políticas. El ciclo urbano del agua es competencia esencial de los entes locales, por lo que queda atomizado en demasía (en España hay más de 8.000 ayuntamientos) y al albur de sus recursos económicos, de tal modo que muchos no pueden cumplir sus obligaciones con las debidas garantías o simplemente no las cumplen; obligaciones que abarcan la construcción de las infraestructuras, la explotación de las mismas y su conservación y mantenimiento. Es cierto que también hay otras administraciones públicas que pueden ayudar, entre ellas las comunidades autónomas y la administración central que solo actúa previa declaración de interés general de la infraestructura en cuestión. Unas y otras pueden aportar medios para su construcción. Sin embargo, con ello no se resuelve el problema de la explotación y puede resultar y resulta que un número significativo de depuradoras no funcionan o lo hacen de forma deficiente, cuestión que entronca con la del agente explotador antes enunciada.
Graves consecuencias
A partir del año 2010, la inversión ha venido a menos como consecuencia de haberse aplicado a ella todo el ajuste fiscal posible, de tal manera que hoy en día es prácticamente la mitad de la que hubo entonces. Esto ha traído grandes y graves consecuencias para el sector (entre otras, bajas exorbitantes en las licitaciones con la consiguiente pérdida de calidad, menos inversión en I+D+i, pérdida de tejido empresarial -y en consecuencia de empleos muchos de ellos de alta cualificación-, menos labores de conservación, etc.). Y por ende, su pérdida de capacidad, solo contrarrestada por la salida al exterior de las empresas que se ven obligadas a competir en un mercado extraño y duro, pero que al menos proporciona oportunidades de trabajo.
Actividad netamente inversora en I+D+i
En cuanto a la I+D+i, que es una actividad netamente inversora, España gasta el 1,2% del PIB, muy lejos del 2% que prevé el Plan Nacional de Investigación y mucho más alejada de Francia Alemania y Suecia, entre otros países, que gastan entre el 2% y el 3% Para ser justos, hay que decir que esta tendencia de la inversión también ha afectado a Europa, aunque en menor grado. Un informe del BEI publicado en noviembre de 2017 demuestra que la inversión de infraestructuras en nuestro continente durante 2009 representó el 2,2% del PIB (328.000 millones de euros), mientras que en 2014 fue del 1,8% del PIB (270.000 millones de euros) y que de 2009 a 2015 la caída de la inversión pública fue tres veces mayor que la privada, lo que demuestra que el sector privado no puede permitirse el lujo de no invertir si quiere mantener su capacidad para competir. En cuanto al dinero de la inversión, el público representa el 55%, el privado el 35% y el mixto el 10%. Ante esta situación, el BEI recomienda la construcción de infraestructuras avaladas por buenos proyectos. El sector del agua en España, pese a todas las dificultades, goza de muy buena salud, como lo demuestran los resultados de su participación en H-2020. Así en el Reto social 5, en el que el agua está presente en varios temas (topics), de 2014 a 2016 ocupó la primera posición por retornos. Actúa como una esponja absorbiendo los resultados de las nuevas tecnologías, ya que la complejidad de los procesos de depuración, también los de abastecimiento y saneamiento, así lo demandan. Como botón de muestra están los procesos de digitalización e industria 4.0, tan útiles para el control y la gestión de las instalaciones. Temáticas como el Internet de las cosas, simulación de procesos, Big Data, cloud computing o realidad virtual son conceptos en los que el sector ya está trabajando al ser aplicables a la mejora de muchos de los procesos del ciclo integral del agua. Como botón de muestra, se llevó a cabo una consulta liderada por la Dirección General del Agua, dirigida a distintas plataformas tecnológicas, asociaciones empresariales y entidades relacionadas con el sector del agua de ámbito nacional. La respuesta ofrecida por parte de las empresas y entidades consultadas a la pregunta sobre “qué líneas de I+D+i consideran prioritarias”, ofrece como resultado el orden que se muestra a continuación: 1. Eficiencia hídrica y energética. 2. Depuración y reutilización del agua. 3. Sedimentos, fangos de EDAR y salmueras. 4. Operación y control de los servicios del agua (mantenimiento y explotación). 5. Herramientas de operación y sistemas de apoyo para la toma de decisiones SAD. 6. Potabilización.
DEBIDO A UNA CARENCIA DE EDUCACIÓN NOTORIA, DESDE EL PUNTO DE VISTA SOCIAL NO HAY UNA CLARA CONCIENCIA DE QUE LOS SERVICIOS DEL AGUA TIENEN UN COSTE QUE HA DE ASUMIR EL USUARIO
7. Desarrollo y selección de medidas (eficaces, eficientes y sostenibles). 8. Nuevos modelos de simulación. 9. Desalación. 10. Nuevos desarrollos de ingeniería. 11. Sistemas de análisis de información para planificación y gestión. El 48% de los 236 proyectos analizados se dirigen a actividades de innovación a corto plazo, un 44% a objetivos de investigación y el 8% restante tienen un carácter mixto. El análisis de los proyectos pone de manifiesto la preeminencia de la I+D+i en el ámbito de las tecnologías (48%), seguido del interés por mejorar las prácticas de gestión del agua (18%). La distribución de los proyectos que se ocupan de las tecnologías y que representan la mitad del total muestran un mayor interés por la depuración, la regeneración y la reutilización del agua (34%), así como por la eficiencia hídrica y energética (31%), actividad esta última considerada prioritaria por parte de la mayoría de las empresas y entidades consultadas. En materia de gestión del agua, el mayor interés empresarial se centra en la operación y control de los servicios (57%), así como en el desarrollo de herramientas de operación y de sistemas de apoyo a la toma de decisión (SAD). Los proyectos de innovación e investigación sobre ingeniería (13%) se centran principalmente en los nuevos desarrollos de la propia ingeniería, en las infraestructuras y materiales y en la protección y restauración ambiental. En el ámbito de los datos (11%), los proyectos tienen como principal objetivo facilitar la captación de datos en tiempo real, así como los sistemas de análisis de la información para planificación y gestión. La innovación en materia de Planificación (10%) pone el acento en las metodologías y herramientas de análisis y simulación de carácter avanzado y en el desarrollo y selección de medidas más eficaces, eficientes y sostenibles. Debido a una carencia de educación notoria, desde el punto de vista social no hay una clara conciencia de que los servicios del agua tienen un coste que ha de asumir el usuario (consumo responsable y pago del mismo) como demanda la Directiva Marco del Agua. Y lo que es más importante, de que el agua es un bien escaso que una vez utilizado tiene que ser tratado para devolverlo a la naturaleza en un estado satisfactorio, algo imprescindible para conservar el medio ambiente en condiciones óptimas para cumplir el mandato constitucional: todos tienen derecho a un medio ambiente adecuado. Esto no impide que la sociedad demande un buen servicio bien garantizado, lo que es tanto como agua “limpia” para todos los usos. La respuesta de los poderes públicos no puede ser otra que fomentar la educación y, por supuesto, garantizar
un buen servicio en todos los pueblos de España, para lo cual es imprescindible y urgente un pacto nacional por el agua que tenga en cuenta la debida solidaridad entre las regiones, pues conviene recordar que los recursos no están distribuidos de forma homogénea en todo el territorio.
Revertir la situación de forma urgente
Este freno al desarrollo de las necesarias inversiones no deja de suponer un atentado contra los derechos sociales de todos. Olvidar que el agua es fuente de salud y progreso es pura estulticia, por eso los poderes públicos deben revertir la situación de forma urgente para que todas las aguas residuales se depuren, quede garantizado el abastecimiento en todo el territorio y haya una renovación efectiva de las redes de abastecimiento y saneamiento para evitar las pérdidas de agua y la contaminación del terreno.
No invertir para “ahorrar”, un contrasentido
De esta manera, cumpliremos la citada Directiva Marco del Agua y evitaremos las sanciones que ha empezado a imponernos Europa (España tiene abiertos varios procedimientos de infracción, uno de ellos con sentencia firme y como consecuencia del mismo sanciones económicas en ciernes), evitando así el contrasentido de no invertir para “ahorrar” y dedicar el dinero a pagar multas. Labores todas ellas que demandan del conocimiento (I+D+i) que tampoco ha escapado de la penuria inversora que afecta a lo público y a lo privado. Se supone que la inversión empresarial debe alcanzar los 2/3 y no llega a la mitad. Parece que el turismo se consolida como la industria del futuro; este año se espera recibir más de 100 x106 de visitantes; en el anterior fueron más de 80 x 106. La reactivación de la inversión no admite demoras, pues se trata de una industria en la que las comunicaciones y los servicios del agua son su base para lo cual es imprescindible evitar el deterioro del capital público (la conservación está también sujeta a los avatares de la inversión) y aumentarlo rehabilitando y construyendo las pertinentes infraestructuras siempre de la mano del conocimiento actualizado.
EL BEI RECOMIENDA LA CONSTRUCCIÓN DE INFRAESTRUCTURAS AVALADAS POR BUENOS PROYECTOS