El reto de la economía circular
La industria química
tiene mucho que decir en el desarrollo de una economía circular... Y lo hace a través de muchas formas: con materiales, con productos, con procesos y con servicios. En los últimos años, de manera creciente la eficiencia de los recursos se ha visto mejorada gracias a nuevos proyectos y tecnologías impulsados por el sector, hecho que ha situado la protección del medio ambiente a la cabeza de su misión.
Entre otras cosas,
el sector se esfuerza en que sus procesos productivos sean eficientes a fin de maximizar al máximo el uso de los recursos, utilizando por ejemplo materiales que permiten desarrollar productos más sostenibles en todo su ciclo de vida y ampliando las posibilidades de recuperación. También se puede optimizar los recursos y promover la economía circular utilizando materias primas alternativas y renovables, como el CO o la biomasa. 2
En la evolución
de esta estrategia, la innovación es un factor irrenunciable. El sector de los plásticos, por ejemplo, ha concebido soluciones sostenibles en el ámbito de la recuperación, el reciclaje y la valorización que sientan las bases de una economía circular y eficiente en el uso de los recursos. Dicho de otra forma: junto con una mayor concienciación ciudadana relativa a una adecuada gestión de los residuos, la innovación con plásticos es una estrategia clave del sector químico para lograr el futuro modelo de economía circular, que debe impulsar las condiciones adecuadas para el uso, reutilización, recuperación y reciclado del plástico.
Y, como en cualquier desafío,
no conviene caminar solo. El apoyo y la inversión en investigación, desarrollo e innovación son fundamentales, además de una decidida apuesta por la colaboración con otros agentes de la cadena de valor y la colaboración público-privada, teniendo en cuenta, además, de que con un firme compromiso desde todos los frentes surge un efecto multiplicador y los frutos en materia de competitividad, riqueza y empleo no tardan en llegar.