Desalación y reutilización de agua, grandes protagonistas del desafío hídrico
La desalación en España es, a día de hoy, un recurso imprescindible para resolver los problemas de déficit hídrico que se dan en algunas zonas de nuestro territorio. Desde que se instalase la primera planta desaladora en Lanzarote en 1964 hasta hoy, la desalación en España ha crecido de manera exponencial, convirtiéndonos en el cuarto país del mundo en cuanto a capacidad instalada, por detrás de Arabia Saudí, Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos.
Este desarrollo de la desalación en nuestro país ha sido posible gracias a los avances tecnológicos en los procesos de desalación de agua de mar y especialmente por la temprana apuesta que se hizo por la ósmosis inversa, siendo actualmente el método más eficiente, desde el punto de vista energético, para desalar agua de mar.
La primera gran planta de ósmosis inversa se comenzó a construir en Las Palmas en 1986 y aún está en funcionamiento. Posteriormente, la inmensa mayoría de plantas construidas en nuestro país utilizan esta sistema de desalación. Sin embargo, esta clara apuesta de España por la ósmosis inversa fue pionera, ya que en otros países tardó mucho más en generalizarse. Esto llevó a nuestro país a una po
sición de liderazgo en la evolución de esta técnica, protagonizando importantes hitos tecnológicos en los diseños de estas plantas.
Desde 2010, más del 90% de las nuevas plantas desaladoras construidas a nivel mundial utilizan esta técnica. El consumo energético de una planta desaladora de agua de mar por ósmosis inversa es de 3 kWh/m³, mientras que en las primeras plantas de evaporación construidas en los años 60 y 70 en España el consumo energético era de 50 kWh/m³. Y al ser el consumo energético el mayor coste de la desalación, los costos económicos de desalar agua de mar se han reducido significativamente en las últimas décadas.
Estas innovaciones tecnológicas con el objetivo de diseñar sistemas más eficientes son prueba de la gran sensibilidad medioambiental de la industria de desalación española. Otro de los aspectos medioambientales muy considerados en nuestro país ha sido la devolución al mar del agua de rechazo (agua de mar con una concentración superior en sales), para minimizar su posible impacto sobre el medio marino. En este contexto, España ha liderado proyectos de investigación y estudios del impacto ambiental que han confirmado la inocuidad del rechazo en el medio ambiente marino cuando el vertido se realiza correctamente haciendo uso de difusores y dilución previa.
En España hay actualmente 765 plantas desaladoras con producciones superiores a los 100 m³/día, que conjuntamente producen un total de cinco millones de metros cúbicos diariamente de agua desalada para consumo humano, abastecimiento y uso agrario e industrial.
LA PRIMERA GRAN PLANTA DE ÓSMOSIS INVERSA SE COMENZÓ A CONSTRUIR EN LAS PALMAS EN 1986 Y AÚN ESTÁ EN FUNCIONAMIENTO
Aguas residuales, también
Además del agua marina y salobre, el origen de las aguas que necesitan ser desaladas se ha extendido a las aguas residuales. El uso de la tecnología de desalación por ósmosis inversa en el ámbito de la reutilización es muy destacado en nuestro país, siendo el líder en Europa. Se estima que España reutiliza entre el 7 y el 12%, aunque hay regiones en las que este porcentaje aumenta al 90%. Y todas las predicciones apuntan a que en los próximos años
este sector será protagonista de un gran crecimiento, tanto en España como en el resto del mundo. Dado su alto nivel tecnológico, las empresas españolas especializadas en desalación y reutilización son un referente mundial. De hecho, ocho empresas españolas están actualmente entre las veinte con mayor contratación en el mundo, una particularidad que no existe en ningún otro país. Por lo tanto, millones de personas en los cinco continentes tienen acceso a agua potable gracias a la tecnología con firma española.
Continuar con la inversión en infraestructura e innovación, aunar esfuerzos tecnológicos y políticos para encontrar soluciones al déficit hídrico estructural de muchas zonas del planeta, entre ellas España, pasará irremediablemente por combinar todas las fuentes posibles de agua. Y la desalación y reutilización son y serán, sin duda, dos de las grandes protagonistas de este enorme desafío presente y futuro. En este contexto, juega un papel crucial Aedyr, la Asociación Española de Desalación y Reutilización, quien desde 1998 agrupa a las diferentes empresas y colectivos de este sector en España con un objetivo claro: impulsar la investigación y el desarrollo de las tecnologías de desalación y reutilización de aguas. Desde su fundación, la entidad mantiene de forma activa colaboraciones y acuerdos con otras organizaciones nacionales e internacionales privadas y públicas del sector en asuntos relativos a I+D+i, buenas prácticas y uso eficiente de la energía.
OCHO EMPRESAS ESPAÑOLAS ESTÁN ACTUALMENTE ENTRE LAS VEINTE CON MAYOR CONTRATACIÓN EN EL MUNDO, UNA PARTICULARIDAD QUE NO EXISTE EN NINGÚN OTRO PAÍS
DADO SU ALTO NIVEL TECNOLÓGICO, LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS ESPECIALIZADAS EN DESALACIÓN Y REUTILIZACIÓN SON UN REFERENTE MUNDIAL