Covestro reafirma su apuesta por la innovación y la seguridad en su planta de Barcelona
Con el objetivo de dar respuesta a los grandes desafíos actuales –desde el cambio climático y el uso de recursos, el aumento de la movilidad y la urbanización, hasta el crecimiento de la población y el cambio demográfico–, Covestro se ha posicionado como una de las mayores compañías de polímeros del mundo. Los productos fabricados por la empresa son utilizados en muchos ámbitos de la vida cotidiana y en industrias clave en todo el mundo como la automovilística, la textil, la construcción y la electrónica, así como en aquellos sectores de actividad relacionados con el mobiliario o los artículos deportivos, entre otros. En el caso de España, la compañía cuenta con dos centros de producción ubicados en Barcelona y Tarragona que han posicionado a Covestro como referente dentro de la industria química española. Concretamente, la fábrica de la compañía en Barcelona – situada en Zona Franca– está dedicada a la fabricación de resinas para todos los sectores industriales, destacando especialmente en el desarrollo de productos para la madera, y en la producción de recubrimientos y tratamientos de textiles, dispersiones acrílicas, poliuretanos y tejidos para la industria de la automoción y los fabricantes de artículos deportivos. Es también en este centro donde se ubica la sede de la división de pinturas, revestimientos, adhesivos y especialidades (CAS), que desarrolla productos de altas prestaciones comprometidos con la sostenibilidad y el medio ambiente, además del laboratorio de sistemas acuosos para barnices y pinturas.
Inyección de capital
El pasado noviembre, la compañía anunció una inversión de alrededor de 5,5 millones de euros para ampliar la producción e incorporar nuevos procesos productivos en la planta. Esta inyección de capital supone un gran salto para la planta, ya que está orientada a reforzar la posición de Barcelona como centro de producción de especialidades químicas a través de la incorporación de nuevos procesos basados en productos naturales o con base acuosa. En este sentido, el centro cuenta con una avanzada tecnología de destilación que permite desarrollar nuevos productos con base acuosa. Esta instalación aumentará en aproximadamente un 20% la capacidad de la unidad de poliuretanos de dispersión acuosa, un sistema mucho más sostenible que contribuye a reducir las emisiones de CO2 . Adicionalmente, el uso de productos naturales contribuye a reforzar la seguridad en los procesos de la fábrica.
Nueva línea de producción
Entre otros ejemplos, la inversión ha supuesto la ampliación de la producción de isocianatos bloqueados alifáticos con base disolvente o acuosa –un catalizador especial que se utiliza, principalmente, en el lacado de automóviles de alta gama– y de isocianatos de base acuosa, usados para el revestimiento en el sector textil. Además, y gracias a esta inversión, el site de Barcelona ha incorporado una nueva línea de producción de especialidades de poliuretano, lo que supone la puesta en marcha de entre tres y cuatro nuevos tipos de productos especializados, algunos de ellos desarrollados con base a componentes naturales como el aceite de anacardo. Por otro lado, con el objetivo de seguir generando valor más allá de sus productos, la compañía celebró el pasado mes de diciembre de 2018 una década sin accidentes en la planta de Barcelona, un hito que pone de relieve la apuesta de la compañía por mantener los más altos estándares de seguridad en sus centros de trabajo. La incorporación de nuevos procesos, la formación continua en prevención de riesgos y la concienciación sobre seguridad han sido claves para lograr estas cifras. Con el fin de seguir apostando por esta región, la compañía sigue trabajando para minimizar el impacto en el medio ambiente y potenciar sus instalaciones, servicios e infraestructuras, lo que a su vez derivará en nuevas oportunidades de desarrollo al ampliar los negocios en España. Asimismo, todos estos procesos están ligados a un compromiso ineludible con la innovación, la sostenibilidad y la seguridad en todos los centros.
LA INCORPORACIÓN DE NUEVOS PROCESOS, LA FORMACIÓN CONTINUA EN PREVENCIÓN DE RIESGOS Y LA CONCIENCIACIÓN SOBRE SEGURIDAD HAN SIDO CLAVES