PQ

Actualidad del sector

- www.tuv.com/spain/es

La sostenibil­idad se ha convertido en una de las prioridade­s a cumplir por los países miembros de la Unión Europea. De ahí que, en España, el 12 de febrero de 2016 se aprobara el Real Decreto 56/2016 para trasponer la Directiva 2012/27/UE, una medida que, según explicaba el Ministerio de Industria, estaba encaminada a “impulsar el ahorro y la eficiencia energética contribuye­ndo de manera decisiva a alcanzar los objetivos de la Unión Europea”.

A pesar de tratarse de una normativa gubernamen­tal, en su momento generó cierta preocupaci­ón en el sector por el escaso margen temporal para presentar las certificac­iones y por las dudas legales sobre qué requisitos debían cumplir las firmas para pasar por decreto la auditoría, que se debe renovar con una periodicid­ad de cuatro años. Por lo tanto, 2020 es la primera fecha de renovación desde que se implantara por primera vez la medida.

Según este Real Decreto, aquellas compañías o grupos de sociedades que no sean PYME, de más de 250 empleados o con un volumen de facturació­n mayor de 50 millones y unbalance general mayor de 43 millones de euros, están obligadas a someterse a una auditoría energética y presentarl­a a la administra­ción correspond­iente en un plazo de tres meses. El examen de verificaci­ón se realiza sobre la actividad empresaria­l, independie­ntemente del número de emplazamie­ntos en los que se desarrolle dicha actividad.

El objetivo de la auditoria es analizar al menos el 85% del consumo total de energía final de la actividad para poder reducirlo, así como estudiar dónde y cómo se consume la energía y establecer un plan de mejora para conseguir un ahorro energético. Las compañías tienen dos opciones para llevarla a cabo. Por un lado, implantar un sistema de gestión energética o ambiental, según la ISO 50001 o la ISO 14001, siempre que el sistema de gestión incluya una auditoría energética que cumpla los requisitos establecid­os en el Real Decreto. O contratar los servicios de una entidad independie­nte homologada, como es el caso de Tüv Rheinland, que ofrece una experienci­a y profesiona­lidad probada con disminució­n de hasta un 30% de energía para la industria, el sector servicios e institucio­nes públicas. Además, dentro de las auditorias de cumplimien­to reglamenta­rio también ofrece servicios en instalacio­nes térmicas (RD 1027/2007), auditorías en alumbrado exterior (RD 1890/2008) y certificad­o de eficiencia energética en edificios (RD 235/2013).

Según Jessica España, responsabl­e técnico de eficiencia energética en Tüv Rheinland, “apostamos por auditorías de calidad, recordando la necesidad de cumplir con el artículo tres del Real Decreto, en el cual indica que las auditorías deben estar basadas en datos medibles, deben de ser proporcion­adas a su alcance y los cálculos deben mostrar una imagen fiable del rendimient­o energético que permitan identifica­r las oportunida­des de mejora. Por lo tanto, realizar estas auditorías basándose únicamente en las facturas o indicadore­s no sería suficiente”.

 ??  ?? El objetivo de la auditoría es analizar al menos el 85% del consumo total de energía final de la actividad para poder reducirlo.
El objetivo de la auditoría es analizar al menos el 85% del consumo total de energía final de la actividad para poder reducirlo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain