Una compensación 50 años después: 28 millones de $
Manuel Carballo aún recuerda “el silencio del Estadio Olímpico con ese techo de metacrilato que lo hacía aún más fabuloso” en la mañana del 6 de septiembre cuando miembros de todas las delegaciones se unieron para hacer un alegato por la paz. “Hubo muchas dudas sobre si continuar los Juegos o no, pero al final se creyó que detener un acontecimiento como éste, de esta magnitud, hubiese supuesto una victoria para los terroristas”, cree el barcelonés de 74 años a diferencia de los que opinan que no estar Israel en la clausura fue “lo que querían los asaltantes”. Esta misma semana se supo que el gobierno alemán compensará con 28 millones de dólares a las familias de las víctimas de los deportistas asesinados.