Agustín Rivera
Agustín Rivera (Málaga, 1972) es periodista, doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga y profesor de Géneros Periodísticos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UMA.
Ha desarrollado una sólida carrera profesional en Diario 16 Málaga y El Mundo como corresponsal en Tokio y enviado especial a quince países. Estuvo cuatro años en la redacción central de El Mundo en Madrid y otros cuatro en El Mundo/ El Día de Baleares. Desde 2009 es el delegado en Andalucía de El Confidencial. Finalista del IV Premio de Premio de Periodismo Manuel Alcántara 2001, es autor de El viaje de los ingleses: rodando con Antonio Banderas y de El Cortijo andaluz.
1.- ¿Qué libro recuerda de su infancia?
La vuelta al mundo en 80 días y La isla misteriosa, de Julio Verne, en una colección verde que editaba Bruguera. También una edición infantil de Don Quijote.
2.-¿Qué libro no pudo terminar?
Intento acabar todos los libros que empiezo. Aunque el libro no me guste, siempre hay algún personaje bien trazado y alguna frase o ideas a subrayar (siempre a lápiz).
3.-¿Qué libro desearía que no se hubiera acabado nunca?
Hay dos libros en los que sigo viviendo. Recurro a ellos siempre. En ficción, Las bailarinas muertas, de Antonio Soler, en la edición de Anagrama de 1996. Y en no ficción,
El Nuevo Periodismo, de Tom Wolfe, también en la misma editorial. Son dos libros que cambiaron mi forma de ver la literatura (Soler) y el periodismo (Wolfe).
4.-¿Qué libro le gusta regalar?
Algún libro de crónicas de Gay Talese, Enric González o Leila Guerriero. O algún autor japonés. Clásicos o contemporáneos. Me fascina Japón. Me quedo con uno de
Kawabata: Lo bello y lo triste.
5.-¿Qué libro no regalaría nunca?
Cualquiera que trate al lector como a un tonto.
6.-¿Qué libro le habría gustado escribir?
La tía Julia y el escribidor, de Mario Vargas Llosa; Relato de un náufrago, de García Márquez; Hiroshima, de Jon Hersey o Estupor y temblores, de Améllie Nothomb De autores españoles actuales, me quedo con Pacífico, de Garriga Vela; Los cinco y yo, de Antonio Orejudo, o La loca de la casa, de Rosa Montero. Hay muchos más y se me olvidan seguro alguno fundamental.
7.-¿Qué cree que se debería hacer para fomentar la lectura?
No obligar a los niños a leer de modo obligatorio. Sugerir y persuadir más que imponer.