PREMIOS PLANETA Y HERRALDE
Un año más, llegó el Premio Planeta y este año cayó en lunes. Ya saben ustedes que soy bastante perezosa pero el Planeta es el top ten de los saraos literarios, así que después de pasar por la pelu a depilarme, ejem, el bigote y esos cuatro pelos de la barbilla que —inexplicablemente— también tenemos las mujeres, me embutí en la faja de noche, me calcé con mis taconazos nocturnos y, maquillada como una puerta, me dirigí al Palau dels Congressos de Barcelona.
Nada más llegar a la zona del photocall, diviso a una rubia espectacular, con un ceñido traje negro que le marca tipazo y que ese mismo día ha anunciado que en marzo publica su primera novela en Lumen y que, además, ha sido vendida ¡a quince idiomas! en la recién finiquitada feria de Frankfurt. Es Karina Sainz Borgo, periodista venezolana de cultura de Voz Populi, afincada en Madrid. La conocí en el viaje a Escocia que les conté hace unos meses, para promocionar a Megan Maxwell y debo confesar que, desde entonces, estoy un poco envidiosa. La felicito entre dientes y, como debe notar mi aura de mala pécora, casi se disculpa diciendo que ahora es el momento Venezuela, elemento que la novela recoge. Sí, sí, le digo, pero por muy de moda que esté tu país, si no hay calidad, ni Lumen, ni quince idiomas ( tra altri, Harper Collins en inglés y Gallimard en francés, toma ya).
Me deshago de ella y es entonces una morenaza la que me deja boquiabierta: Laura Franch, jefaza de prensa de Planeta, va con un pijama de noche de raso negro espectacular, y conserva un estupendo bronceado caribeña, que ya querría Sarah Jessica Parker. Empiezo a preocuparme ante tanta competencia, la cosa se está poniendo difícil y entonces...oh es ella: Megan Maxwell brilla, de cuero negro y lentejuelas ídem, al lado de su hija y de Brandon, el guapísimo poeta que saltó al estrellato hace unos meses de la mano de Espasa. Me hace mucha ilusión reencontrármela y me regala los oídos diciéndome cuánto le gustó mi crónica de la susodicha escapada escocesa.
Me voy topando con colegas del sector: Toni Iturbe, Álvaro Colomer, Juan Soto Ivars, Llúcia Ramis... Xavi Ayen y Matías Néspolo andan hechos unos figurines; el editor Juan Cerezo y la agente Silvia Bastos me regalan (también) los oídos; la agente Carina Pons me da algunas valiosas ideas; veo pasar a Cristina López Barrio, finalista del año pasado con su larga melenón negro suelto. También me topo con Javier Sierra y le susurro, juguetona, que él siempre será mi PP (mi Premio Planeta, ¿qué se imaginaban?) y me dice (también) cómo disfrutó de mi crónica del pasado premio. La noche mejora por momentos.
Predomina el negro combinado con azul, aunque Ángeles González-Sinde viste enteramente de rosa palo y Pilar Eyre, divina, de blanco a topos negros; Marta Robles sigue siendo impresionante al natural; Boris Izaguirre no va de blanco como el año pasado; Risto va todo de negro, en un look un poco macarra y Laura Escanes lleva el pelo corto; una de las miembras del Jurado, Carmen Posadas, va de blanco y negro con un collar XL espectaculaer. Chapeau por una señora de mi edad que me lleva un traje pantalón plateado/azulado con topos violeta. Olé tú. Núria Cabutí tiene el detalle de saludarme, de negro y plata mate, qué bien una mujer al frente de uno de los grandes grupos editoriales del país. Helena Rakosnik luce también negro lentejuela y juraría que Mr. Mas tiene bastante canas, aunque como voy sin gafas no soy testiga de fiar. Veo a autores de la comepetencia como Juan Gómez Jurado o Ildefonso Falcones.