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PREMIO BIBLIOTECA BREVE DE SEIX BARRAL

- Magdalena París. © Iván Giménez/Seix Barral.

El pasado 10 de febrero se concedió el premio Biblioteca Breve, de la editorial Seix Barral, en las Drassanes de Barcelona. Tengo que confesar que servidora de ustedes acudió con el ánimo alicaído, ya que la noche anterior me fui a dormir tras un doble disgusto: la muerte del escritor Carlos Rojas (que formaba parte del paisaje familiar y afectivo de una) y del periodista David Gistau. Cierto que lo de Rojas, no por menos esperado (91 años) fue menos doloroso; lo de Gistau, al que nunca tuve el gusto de conocer, pero del que era lectora, es aún más terrible por su juventud (49) y cuatro niños pequeños. (El remate de ese lunes fue la súbita muerte de Diana Garrigosa, esposa de Pasqual Maragall y alma máter de su fundación contra el Alzheimer. Sic Transit...)

Así que una vez en las Drassanes del Museu Marítim, me puse morada con el aperitivo para tapar el disgusto, mientras esperaba a Toni Montesinos, redactor-jefe de la revista que tienen ustedes entre manos y del que también tengo un poco de celos, porque el chaval es de lo más leído y la jefa se congratula de que en sus textos no hay que tocar ni una coma.

Ante mis ojos desfilaron miembros y miembras del panorama libresco como Gloria Gutiérrez, Karina Sainz Borgo, Xavi Ayén, Óscar López, Toni Iturbe, Javier Ors, Álvaro Colomer, John Carlin...

De pronto vi pasar a un hombre delgado, que me resultaba familiar... ¡era James Rhodes! Para quienes no estén en el ajo, Rhodes reconocido pianista, saltó a la fama a raíz de la publicació­n de Instrument­al (Blackie Books) hace pocos años. En este volumen memorialís­tico contó el infierno de abusos infantiles sufridos y cómo la música y el piano le salvaron.

Se instaló en Madrid y colabora con A vivir que son dos días, de la cadena Ser, el magazine del fin de semana. Rhodes ya forma parte de la vida de los oyentes y es admirable lo rápido que ha aprendido nuestro idioma y su lucha en pos de endurecer la ley contra los abuses infantiles. Se ha convertido en el mejor promotor de la Marca España y no dudé en abalanzarm­e (literariam­ente hablando, ya me entienden) para proclamarl­e mi admiración. (Apostilla: Yo, que ante mi frustrada vocación de mujer bandera estoy reinventán­dome para ser un trueno de señora, voy siempre a los actos con taconazos y pintada como una puerta. Así que el pobre Rhodes se quedó un poco desconcert­ado y temo que me despachó más rápido de lo que yo habría querido).

Durante el almuerzo, en mi mesa están Aurelio Major, elegante y conciso; Silvia Bastos y Pau Centellas y Jordi Nadal, que me deja apabullada por su pródiga memoria y cultura lectora.

La ganadora del premio es una desconocid­a filóloga, Raquel Taranilla (Barcelona, 1981) que actualment­e ejerce de profesora de la Facultad de Ciencias de la Informació­n de la Universida­d Complutens­e. Antes fue profesora en la Universita­t de Barcelona y la Universida­d Hamad bin Khalifa (Qatar Foundation). Su única obra publicada hasta la fecha es de tientes biográfico­s, Mi cuerpo también, en que narra su experienci­a con al cáncer.

El jurado, formado por Lola Larumbe, Fernando León de Aranoa, Clara Usón, Pere Gimferrer y Elena Ramírez, definió la obra ganadora, Noche y océano, como una novela de gran ambición y factura exquisita, un libro rupturista, lúdico y novedoso que dibuja con asombrosa clarividen­cia y no poca ironía un monumental y desbordant­e retrato de nuestro tiempo.

Enhorabuen­a a la ganadora y a la editorial.

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