SAN, EL LIBRO DE LOS MILAGROS
El asturiano Manuel Astur (Sama de Grado, 1980) ha incursionado un poco en cada género literario, y nos trae ahora una breve novela, que podría ser interpretada a modo de fábula. Hay un instante en los serenos ocasos de verano en que cualquiera diría que los objetos brillan, como si devolvieran parte de la generosa luz que recibieron a lo largo del día. Era entonces cuando Marcelino dejaba lo que estuviera haciendo, se incorporaba, se pasaba el dorso de la mano por la frente y contemplaba el valle a sus pies. Todo relucía y resonaba como una campana de luz dorada , leemos. Y ese personaje, que parece delante de una escena de naturaleza idílica tiene sin embargo una gran mancha de sangre en el serrín y el cuerpo de su hermano, y se añade misteriosamente: “Pero lo cierto es que no había querido hacerle daño”.