Marc Hamer Ariel, traducción de Beatriz Ruiz, 200 pp., 20,90 €
Este inglés residente en Gales desde hace treinta años se hizo jardinero tras haber ejercido como diseñador gráfico, editor de revistas y profesor de escritura creativa. Esa experiencia junto a la tierra le llevó a estudiar los hábitos de los topos, animales enigmáticos, anatómicamente extraños y solitarios. “Aquí sentado, escribiendo sobre la mesa de la cocina, noto cómo una mariquita me sube lentamente por la pierna. Sin querer, me llevo a casa mucha fauna silvestre del trabajo. Escarabajos y arañas, algún que otro saltamontes bajo el cuello de la camisa, hormigas entre las arrugas de los pantalones de trabajo o que me han caído dentro de las botas”, escribe al comienzo, y de este modo va recreando su trabajo como cazador de topos al tiempo que reflexiona en torno a cómo podemos aproximarnos a la naturaleza. El libro está ilustrado.