PURGATORIO
Las cláusulas de moralidad que se están introduciendo en los contratos de las editoriales norteamericanas constituyen una nueva censura: los editores pueden dar marcha atrás en la publicación de un autor ante acusaciones individuales o por un simple infundio en redes sociales. Si se pretende aplicar modelos de comportamiento, ¿qué pasa, por ejemplo, con los futbolistas?