CAMPOS DE ABABOLES
SANTOS BOCIGAS MARTÍN NUEVA ESTRELLA, 586 PP., 24 €
Nunca nos ha gustado mucho la acuñación relativamente moderna del término «novela histórica» para hablar de aquella obra que, siendo de ficción, recrea un periodo histórico más o menos lejano y en la que forman parte de la acción personajes y eventos no ficticios para diferenciarla de la novela de ambientación histórica, que presenta personajes y eventos ficticios ubicados en un pasado más o menos remoto o de la historia novelada, en que la historia es narrada con estrategias propias de la novela, aunque sin incluir elementos de ficción, porque como dice sabiamente Mario Vargas Llosa en La verdad de las mentiras «la literatura es el reino por excelencia de la ambigüedad. Sus verdades son siempre subjetivas, verdades a medias, relativas, verdades literarias que con frecuencia constituyen inexactitudes flagrantes o mentiras históricas», pero en esta ocasión quizá los lectores puedan estar de acuerdo con nosotros que la novela Campos de ababoles, del historiador soriano Santos Bocigas Martín, realmente lo merece.
Desde el minuto uno, el autor, con unos depurados y sobrios tropos y estrategias narrativas, nos desvela sus puntos de vista y crea un ambiente tan veraz y respetuoso de la historia de la vida cotidiana en la Soria y el París de la Europa de entreguerras desde 1911 a 1976, que al momento mismo de ser leída el lector apenas dudará de si todo aconteció como se narra, o si Santos Bocigas nos lo fabula.
Se dice que la historia es la suma de todas las historias posibles, y en nuestra opinión, Santos, fiel a las teorías de Thomas Kuhn, para quien «La narración histórica debe hacer plausibles y comprensibles los acontecimientos que describe», novela en Campos de ababoles hechos, y sus conexiones, para reconstruir las mentalidades del pasado, para comprender mejor las revoluciones, los conflictos armados, los cambios sociales de la época, a través de las vivencias de personajes reales o inventados, a los que recurre desde la propia realidad, inspirado las más de las veces en hechos reales a partir de los cuales construye su propia realidad, con nombres propios de nuestro propio bagaje cultural, como es el caso del insigne poeta Antonio Machado y su joven esposa Leonor Izquierdo.
Campos de ababoles constituye en palabras de Silvano Andrés de la Morena «un homenaje a la dignidad de los que les tocó perder no solo en los campos de batalla», una serena reflexión de las vicisitudes de las vidas de quienes habitaban los barrios marginales de las grandes urbes, pero sobre todo es una novela llena de amor. Una inequívoca reivindicación –sin estridencias- del ser humano frente a la inasequible dureza de los tiempos. Una novela histórica que, para Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, «nos habla con rigor de la Europa de entreguerras, nos permite volver a saborear el castellano y nos acerca al mundo de Leonor Izquierdo y Antonio Machado».
Soria está hoy, gracias también a Campos de ababoles, más de moda que nunca.