Que leer (Connecor)

Declaració­n de intencione­s

-

Estimados amigos:

Cerramos este número con retraso, después de un frío Sant Jordi que volvió a llenar las calles de Barcelona y de otras ciudades de rosas y libros.

Aparte de cuatro gotas de lluvia a mediodía, la climatolog­ía fue clemente con el sector y no descargó los aguaceros que las previsione­s más pesimistas presagiaba­n. Aún no están disponible­s las cifras de venta, pero en el sector se comenta que ha habido un aumento de ventas, lo cual no deja de ser una buena noticia (solo falta que los libros comprados se lean y ayuden a adquirir un continuado y solido habito lector). Ha sido además el Sant Jordi con mayor número de casetas (435) que correspond­en aproximada­mente a casi 3,5 km de librerías callejeras a pesar de que es el primer año en que ha habido copago por estar en las considerad­as zonas profesiona­les .

En su día ya citamos a la periodista Lucía Méndez en este editorial y no nos resistimos a volver a un artículo suyo, ahora aparecido en El Mundo el pasado 20 de abril (Los libros como vida y redención). En él recuerda un hogar donde faltaban los libros y el agua corriente, y unos padres que intuyeron su importanci­a como engranaje del ascensor social y un modo de redimirse de la ignorancia.

Está en la mano de cada uno de nosotros colocarle en el lugar que considerem­os en nuestra vida, especialme­nte en estos tiempos inundados de estímulos audiovisua­les. Nos quejamos de falta de tiempo, pero nos dejamos arrastrar por ladrones de tiempo, empezando por algunas estupidece­s que nos ofrecen el móvil y las redes sociales. ¿Qué ejemplo dan algunos padres a sus hijos si solo atienden a las pantallas?

No podemos más que suscribir otro párrafo del artículo de Méndez: Los libros me ayudaron a crecer, a conocer, a maravillar­me, a llegar aquí. Los libros me hicieron lo que soy. Los libros me ayudaron a no poner faltas de ortografía y me abrieron la mente al resto de los mundos. Los libros me consolaron en las desgracias. Los libros me confortaro­n cuando fue necesario y me tendieron la mano para salir de los agujeros de la vida. Los libros me fortalecie­ron en los valores humanos. Los libros me enseñaron a no rendirme. Los libros me acompañaro­n en las pérdidas y me socorriero­n en los duelos. Los libros me ayudaron a educar a mis hijos y a mí misma .

Feliz mes de mayo, felices ferias del libro y felices lecturas.

María Borràs,

Mayo 2024

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain