Nos acercamos a la relidad del coche conectado y la conducción autónoma.
En el corazón tecnológico de los fabricantes de automóviles y de los grandes proveedores se ha instalado el universo de la conectividad. Satisfacer a un cliente cada vez más imbuido en un mundo conectado se ha convertido en una prioridad. Este mundo cada
A finales de 2015, la Asociación Española de Profesionales de la Automoción (ASEPA) se hacía eco del estudio Connected Car 2015 de PwC. Entendiendo el coche conectado como un automóvil diseñado con acceso directo a Internet (lo que permite enlaces automáticos a todos los demás objetos conectados, como teléfonos inteligentes, dispositivos, semáforos u otros vehículos), el informe prevé un profundo impacto en todo el ecosistema del sector de automoción durante los próximos cinco años. Todo ello repercutirá, sin duda, en los procesos de fabricación de automóviles.
Desde la fase de concepción más temprana del vehículo, la conectividad con el entorno y el mundo digi- tal será un elemento de máxima relevancia, en el que deberán tenerse en cuenta aspectos como el entretenimiento, y el comercio, así como el control del nivel de salud y la fatiga del conductor.
La irrupción de este nuevo marco tecnológico está abriendo las puertas a compañías como Apple, Google o IBM, ya sea mediante acuerdos de colaboración con compañías del mundo de automoción o incluso con desarrollos propios. Este cambio de paradigma ya empieza a crear presión en toda la cadena de valor desde la industrialización a la comercialización de automóviles. En cuanto al impacto económico, el informe de PwC prevé que el cliente final desembolsará 40.300 millones de euros en dispositivos tecnológicos relacionados con el coche conectado en 2016. De esa cifra, el 61% corresponderá a los capítulos de seguridad y conducción autónoma. En 2021, el gasto se triplicará, con un 72% para los dos factores ya indicados.
Para vehículos de gran serie de las gamas media y baja, el mundo de la conexión irá llegando paulatinamente, pues, según el estudio, los usuarios prefieren los dispositivos de sus teléfonos inteligentes antes que soluciones integradas en el vehículo por la diferencia de precio. Un elemento que acelerará la incorporación de elementos de conectividad será la directiva europea para que todos los constructores equipen a sus vehículos con el sistema de emergencia eCall a partir de 2018.
aumento de redes inalámbricas de alta velocidad y servicios de datos basados en la Nube también contribuirán a ir añadiendo valor al vehículo conectado y aumentando el interés de muy diverso tipo de clientela.
SEGURIDAD Y ENTRETENIMIENTO
Das Auto Institut analiza anualmente las innovaciones de fabricantes de automóviles y grandes proveedores en el campo del vehículo conectado. Valora aspectos como grado de innovación, originalidad, enfoque y nivel de madurez de las innovaciones. Este estudio explora los avances en el terreno de tecnología de asistencia al conductor relacionada en materia de seguridad (que batió récords de inversión en innovación en 2015) como la innovación en información y entretenimiento.
En fabricantes de vehículos, el Grupo Volkswagen ha dominado ambos campos en los dos últimos años, seguido por Daimler tanto en seguridad como en infoentretenimiento. Ford ocupa la tercera plaza por delante del Grupo BMW. En cuanto a los grandes proveedores de compoEl nentes tradicionales, sobresale
Bosch por delante de Continental.
El quinteto de empresas más punteras se completa, según este análisis, por Visteon, TRW (actualmente integrada en ZF) y Valeo.
CONDUCCIÓN AUTÓNOMA
Para PwC, el automóvil se está convirtiendo rápidamente en una ‘cosa’ en el ‘Internet de las Cosas’. La mayoría de los coches nuevos estarán equipados con sensores y se conectarán a las redes inalámbricas de alta velocidad. Transmitirán flutanto
PwC prevé que el cliente final desembolsará 40.300 millones de euros en dispositivos tecnológicos relacionados con el coche conectado en 2016
jos de datos valiosos y facilitarán una amplia gama de servicios digitales. Con el tiempo, estos servicios llegarán a definir la propuesta de valor del automóvil.
La consultora espera que el cambio hacia la conducción autónoma pueda empezar a plantearse de forma tangible antes de 2020. Entonces, según PwC, habrá un 20% de los coches nuevos vendidos, con probabilidad de tener capacidades autónomas significativas en 2025. La conducción pilotada comenzará en las zonas urbanas. Al principio, la conducción autónoma no lo será totalmente. De una fase “pasiva” iniciada en 2015 se evolucionará a un entorno de autonomía limitada en 2020, al que seguirá la conducción semi-autónoma que requerirá accionamiento manual del conductor. La plena conducción autónoma sin conductor se espera en el horizonte de 2030.
La plena conducción autónoma sin conductor se espera en el horizonte de 2030