Hacemos un amplio repaso a la realidad del negocio del embrague.
Las ventas de embragues continúan dejando buenas cifras gracias a la buena acogida de los productos de mayor valor añadido. Los volantes bimasa o los embragues autoajustables incrementan el valor de un mercado que cada día se aleja más de los productos re
El mercado del embrague ha vivido la crisis desde una posición de privilegio: mientras que la mayoría de componentes veían cómo sus ventas cedían año tras año, los embragues no sólo han mantenido el tipo en los momentos más duros, sino que han seguido creciendo de manera muy llamativa, con incrementos que muchos años se han situado en los dos dígitos. Esta tendencia positiva que hemos vivido en los últimos ejercicios se mantuvo intacta en 2015 y en el primer trimestre de 2016, por lo que todo parece indicar que el buen estado de salud que vive este segmento se mantendrá sin grandes cambios en los próximos años. Eso es al menos lo que opinan todos los expertos consultados para este informe. Uno de ellos, Jesús Gómez, gerente de Hispania Autoparts, compañía que ha conseguido afianzarse en la distribución española gracias a la marca Westlake, pone de manifiesto que “el mercado de embragues es muy fiable”, ya que “el envejecimiento del parque automovilístico sigue favoreciendo el sector de la mecánica y de todos aquellos productos de aftermarket”. Pero no sólo de volumen vive el embrague, sino también de las nuevas tecnologias aplicadas en los coches modernos, que están consiguiendo que el mercado no sólo crezca en número de unidades vendidas, sino también en valor.
OPTIMISMO GENERAL
Uno de los fabricantes más potentes en este campo, ZF, corrobora el buen momento que atraviesan las ventas de estos productos en nuestro país. Desde ZF Services España, que cuenta en su cartera con una de las marcas más potentes, Sachs, explican que “al igual que en los años precedentes, el mercado del embrague ha continuado registrando incrementos en 2015, y cabe esperar que por lo menos a corto plazo se mantenga la tendencia”. La filial del grupo alemán señala que “las expectativas para este año 2016 son de escasas variaciones”. Es decir, continuaremos “con la tendencia actual de crecimiento progresivo”.
Igual de optimistas se muestran en Schaeffler, propietaria de otra marca de referencia como es LuK. Sus responsables consideran que en 2016 “se dará una constante recuperación de volumen y facturación en el mercado global debido a los
efectos beneficiosos de la mayor facturación unitaria por mantenimiento, la recuperación del kilometraje recorrido anual y la mayor presencia del canal independiente”. Y es que el trasvase de clientes del taller oficial al multimarca continúa acelerándose. Según los datos que acaba de difundir la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), la rentabilidad del área de componentes cayó del 38% al 36% en los concesionarios en 2015, mientras que los talleres marquista también cedieron un punto, del 14% al 13%. Además, si nos centramos en volumen de negocio, la posventa sólo aportó el
21% de los ingresos del concesionario en 2015, un punto menos que el año anterior.
En el segmento específico de vehículo industrial nos encontramos las mismas sensaciones. Martin Ratón, gerente de Diesel Technic Iberia, propietaria de la marca DT Spare Parts, no ha compartido números concretos de negocio del último ejercicio, pero reconoce que la evolución de su compañía “ha sido muy positiva”. Este importante proveedor de componentes para vehículo industrial, con una oferta compuesta por más de 30.000 recambios para camiones, autobuses y vehículos comerciales, no sólo ha registrado un importante crecimiento en las ventas de embragues, sino que habla de “un aumento generalizado en todas las familias de productos”, lo que pone de manifiesto la continua recuperación de un segmento que ha sufrido de manera especial durante la crisis como consecuencia de la paralización de la construcción y la actividad industrial.
MAYOR VALOR
Como comentábamos anteriormente, el mercado del embrague no se conforma con mejorar sus cifras de ventas y ya ha comenzado una escalada para incrementar también su valor. Como recuerdan desde ZF Services, “los vehículos son cada vez más sofisticados y requieren de piezas tecnológicamente más avanzadas”, lo que aumenta las posibilidades de incrementar la rentabilidad. Hablamos de volantes bimasa, embragues autoajustables, de accionamiento hidráulico, automatizados, etcétera. “Todo ello contribuye a que el precio de la reparación se incremente”, concluyen.
Desde Schaeffler añaden que “el sector del embrague también ha incrementado la facturación debido, en gran medida, al incremento del
El embrague reconstruido es un producto cada vez menos solicitado, ya que requiere un alto coste de manipulación y su precio deja de ser competitivo Jesús Gómez GERENTE DE HISPANIA AUTOPARTS
Hemos lanzado una nueva división de productos para furgonetas. Nuestro objetivo es lograr una gama completa también para vehículos ligeros Martín Ratón GERENTE DE DIESEL TECHNIC IBERIA
valor medio de los mantenimientos”. Aquí tenemos que hablar del mayor número de intervenciones completas, que incluyen la sustitución, al mismo tiempo, tanto del embrague como del volante bimasa. Estas operaciones implican, como apunta la firma alemana, “mantenimientos más profesionales”. Al igual que ZF, Schaeffler destaca que un factor clave para entender el incremento de valor es “la evolución tecnológica en el parque de vehículos hacia tecnologías más modernas y de mayor valor medio en la facturación”. A esto hay que añadir otro aspecto, “el progresivo y constante crecimiento del parque que monta volante bimasa”.
Esto no quiere decir que los embragues tradicionales, más económicos, no disfruten de un buen estado de salud, más bien todo lo contrario. La realidad es que todos los segmentos están mostrando cifras positivas, aunque es cierto que se aprecian ritmos dispares. Al margen de la buena acogida de los volantes bimasa tenemos que hablar de otro producto que está repuntando por encima de la media: los embragues autoajustables. En el caso del vehículo industrial, el kit de embrague continúa siendo el producto más demandado, como indican desde Diesel Technic.
En el caso concreto de los volantes bimasa, estos componentes tienen que lidiar con un importante obstáculo: el envejecimiento del parque. Como señala Jesús Gómez, de Hispania Autoparts, “son muchos los consumidores que después de tener un vehículo durante un largo periodo o con un kilometraje elevado deciden sustituir el volante bimasa por uno rígido para ahorrar costes”. Sin embargo, no son pocos los profesionales que critican esta práctica en el taller. ZF señala que “para una reparación profesional, eficaz y fiable, Sachs recomienda sustituir siempre el volante bimasa por otro nuevo de iguales prestaciones”. La utilización de volantes rígidos consiste “en una tecnología más antigua con la cual no es posible obtener los mismos resultados”. Del mismo modo, los expertos de LuK advierten de que los volantes rígidos, cuando se utilizan como reemplazo del volante bimasa de serie, “modifican las características técnicas del vehículo y su comportamiento, provocando un mayor consumo de combustible y, por lo tanto, mayores emisiones de CO2”.
EL DESGUACE
NO ES UNA AMENAZA
Como en la mayoría de los mercados, en el segmento del embrague también existe una proliferación de marcas low cost, aunque su peso es menor que en otras referencias. Muchos expertos aseguran que el embrague, como producto complejo y de precisión, requiere de una mayor intervención técnica, además de necesitar un prolongado tiempo de montaje. Por este motivo, los profesionales prefieren seguir confiando en marcas de reconocido prestigio y calidad contrastada. Eso sí, la buena relación entre calidad y precio es casi innegociable. Como explica Schaeffler, “la presión del precio es un factor que sigue existiendo, pues aunque el valor medio de la reparación aumente por la evolución tecnológica, también hay que tener en cuenta el incremento sobre el precio final de la reparación y la continua búsqueda de alternativas en cuestión de precio”. A pesar de ello, continúa, “los productos de bajo coste o soluciones tecnológicas distintas a las montadas originalmente en el vehículo no son una alternativa real”. En este saco tenemos que meter tanto a los productos reconstruidos como a los de desguace, cuyo peso es cada vez menor. En el caso de los embragues reconstruidos, Jesús Gómez corrobora que existe “un decrecimiento” en su demanda, ya que es un producto “que requiere un alto coste de manipulación y su precio de deja de ser competitivo”. Lo mismo ocurre con las piezas de desguace. ZF Services destaca que, aunque en otros productos sí se aprecia un incremento en la demanda de piezas reconstruidas y de desguace, “en el mercado del embrague este dato no es muy significativo”.