LOS TALLERES DEMANDAN MÁS DE LA MITAD DE LOS ACEITES LUBRICANTES COMERCIALIZADOS EN ESPAÑA
Los aceites lubricantes son un producto utilizado en muy diversas actividades, destacando las industriales y las relacionadas con el sector de la automoción, que registró la mayor demanda de este tipo de aceites el pasado año, con un consumo de más del 55%, equivalente a más de 160.000 toneladas. Una vez terminada su vida útil, el aceite industrial usado se convierte en un residuo con un alto poder contaminante debido a la presencia de metales pesados y otras sustancias tóxicas, por lo que debe ser gestionado de manera adecuada para evitar su negativo impacto en nuestro entorno. Sólo en el sector de los talleres, el pasado año se generaron más de 60.000 toneladas de aceites industriales usados en cerca de 40.000 establecimientos repartidos por toda España. Todas ellas fueron recogidas y tratadas posteriormente (para aprovechar el residuo en nuevos productos) gracias a la red de gestión de SIGAUS que, a través de sus cerca de 160 empresas gestoras, permite la recogida del residuo en toda España con independencia del volumen generado y de la ubicación del mismo, ya sea en una gran ciudad o en pequeñas localidades de alta montaña e incluso en territorio insular. La aportación económica que realizan los automovilistas cuando compran lubricante nuevo (unos 30 céntimos de euro en cada cambio de aceite) permite financiar estas operaciones de recogida y tratamiento, especialmente necesarias en zonas junto a espacios naturales protegidos, en las que estas operaciones suelen conllevar unos mayores costes logísticos al requerir largos desplazamientos. La financiación que SIGAUS aporta a las empresas gestoras y que proviene de la aportación económica de los automovilistas permite que las operaciones de recogida del residuo se efectúen en condiciones de gratuidad para los talleres, siempre y cuando estos cumplan con una serie de buenas prácticas que faciliten la gestión del aceite usado. Por ejemplo, deben almacenar el residuo en depósitos adecuados, evitando fugas o derrames en su manipulación y que éste se mezcle con agua u otros residuos no oleaginosos.