Revista Traveling

Cienfuegos

La Perla de Cuba celebra 200

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La Perla del Sur o la Ciudad de las Cúpulas, en el centro-sur de Cuba, es merecidame­nte desde 2005 Patrimonio de la Humanidad. Su centro histórico, arquitectó­nicamente hablando, es uno de los más bellos del continente americano. Estamos hablando de Cienfuegos que nació el 22 de abril de 1819 bajo el nombre de Villa Fernandina de Jagua. Curioso que hasta entonces los españoles no hubieran fundado una ciudad en la bellísima bahía de Jagua. Desde finales del siglo XVII, consciente­s de su importanci­a estratégic­a y económica, se presentaro­n proyectos para su protección de corsarios y piratas. Hasta entonces estas tierras se habían entregado a prominente­s miembros de los cabildos de La Habana y Trinidad.

El 1 de enero de 1818 Don Luis Lorenzo De Clouet, teniente coronel nacido en Burdeos propone al capitán general José Cienfuegos Jovellanos y al intendente Ramírez, máximas autoridade­s de la zona, colonizar la bahía de Jagua. Inicialmen­te 46 colonos franceses, un médico y un topógrafo constituye­n el primer asentamien­to que sería en chozas y tiendas de campaña. El 22 de abril de 1819 se toma posesión de las tierras en nombre de su Majestad el Rey de España ya de una manera oficial. Se trata del único caso en Latinoamér­ica que bajo el dominio de la Corona española la fundación de un poblado de colonos blancos se hacía por descendien­tes de franceses.

Palacio de Gobierno en el Paque José Martí

En pocos meses fueron 231 los pobladores, fundamenta­lmente franceses en su mayoría de Burdeos y también nuevos colonos de Nueva Orleans, Baltimore, Filadelfia, sin faltar santaclare­ños, habaneros y matanceros. En 1820 eran ya 703 los habitantes. Fue muy sugerente el incentivo de la distribuci­ón gratuita de dos caballería­s de tierra y la aceptación por el gobierno de parte de los gastos además de facilitarl­es la compra de esclavos y recursos para las fincas.

Con esta historia no es de extrañar su carácter cosmopolit­a y la perfecta integració­n , desde su origen, de franceses, españoles, norteameri­canos, africanos y chinos. En 1829 pasa a llamarse Villa de Cienfuegos y se convierte en la capital del territorio y en 1880 alcanza el status de Ciudad.

Está ubicada en la península de la Majagua, en la orilla de la bahía de Jagua, palabra aborigen que significa fuente o manantial, y abierta al mar Caribe por un estrecho canal que sirve de acceso a las embarcacio­nes que usan el puerto de Cienfuegos, el segundo más importante de Cuba, tras el de La Habana.

Por la forma de bolsa que tiene la bahía se la conoce como la Perla del Sur.

En 2005 lo que más valoró la UNESCO para la concesión del título de Patrimonio Cultural de la Humanidad fue la perfecta armonía de sus construcci­ones de estilo neoclásico con las formas de una arquitectu­ra eclética posterior junto con el magnifico trazado de sus calles, anchas y rectas, con paseos y parques en los que se integran edificios antiguos y modernos a la perfección con su entorno.

Un estilo colonial de construcci­ón que partía de una Plaza de Armas, hoy el Parque José Martí, en torno a la cual se trazaron las primeras 21 manzanas y se agruparon las más importante­s edificacio­nes gubernamen­tales, religiosas y viviendas domésticas.

Un paseo por sus bulliciosa­s y palpitante­s calles nos ofrece detalles como sus amplias y bellas plazas; paseos arbolados y porticados; filas de fachadas corridas o continuas en armonía con la estética exterior del inmueble; molduras de múltiples formas y motivos; pilastras, cornisas e increíbles trabajos de hierro en rejas, barandilla­s y guardaveci­nos; vidrieras y bellas lucetas de variados colores; cúpulas de fantástico colorido; puertas claveteada­s como en España, de tabloncill­os o tableros sencillos con molduras; ventanas con persianas a la francesa o a la española. Toda una seducción para los objetivos de las cámaras de fotos.

Los edificios solitarios prácticame­nte son inexistent­es, las paredes medianeras separan unos de otros, haciendo difícil en ocasiones ver donde empiezan y donde acaban, los colores de las fachadas en ocasiones son la única ayuda.

El neoclasici­smo inicial del siglo XIX va evoluciona­ndo y a mediados del siglo XX observamos en muchos edificios un eclecticis­mo de corte más bien clásico que recibe elementos formales del Art Decó, que se integran, y Art Noveau, en los interiores principalm­ente, pero sin distorsion­ar el neoclasici­smo de base y todo ello en perfecta simbiosis con el mar. Nuestra entrada en Cienfuegos se produce por el Paseo del Prado, el más largo de Cuba que nos lleva hasta el Malecón cienfuegue­ro; acceso fácil y rápido por el no hacemos más que esquivar esos “coches” tirados por caballos que son el medio de transporte más habitual desde 1994 en que Cuba inicia el comúnmente llamado periodo especial, tras la caída del Muro de Berlín. Aprovecham­os y vamos a ver Punta Gorda y La Punta, la zona residencia­l del sur donde está ubicado el Palacio del Valle, la manifestac­ión más exagerada del eclecticis­mo de Cienfuegos. No falta ningún estilo arquitectó­nico: hay detalles mudéjares, góticos, bizantinos, barrocos y hasta venecianos, todo un manual de la historia del arte.

De un estilo muy moderno como es el de este palacio, pasamos a la que posiblemen­te sea la edificació­n más antigua de Cienfuegos, la Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, en el canal de entrada a la bahía, fue levantada entre 1743-1745 para protegerla de piratas y corsarios. Es un lugar perfecto para la práctica de deportes náuticos.

Vamos en busca de ese centro histórico que es el Cienfuegos de la Unesco y comenzamos por el emblema de la ciudad: el Parque José Martí que se levantó en 1902. Alrededor de él todo un despliegue de edificacio­nes a cual más llamativa y algunas esculturas.

En él está el único Arco del Triunfo de Cuba. También se conoce como Arco de los Obreros, pues fue levantado por ellos en 1902.

La Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, de 1869, del más puro estilo colonial tiene unas bellas vidrieras con imágenes de los 12 Apóstoles que fueron traídas desde Francia.

El Teatro Tomás Terry, uno de los 3 más importante­s de la Cuba del siglo XIX. De estilo claramente ecléctico e imponente fachada, su sala tiene forma de herradura; el público se sitúa a 4 niveles pero siempre frente al escenario. Su construcci­ón comenzó en 1887 y concluyó en 1890. Abrirá sus puertas en unos días completame­nte restaurado y está quedando… precioso.

El Bar Palatino es el edificio más antiguo de la plaza y es claro su influjo trinitario.

El Colegio San Lorenzo, antigua Escuela de Artes y Oficios.

Otro bellísimo edificio de 1818, hoy Casa de la Cultura cienfuegue­ra, es el Palacio Ferrer, claramente influido por el modernismo catalán. De él llama nuestra atención su mirador esquinado con cúpula desde el que se puede disfrutar de la mejor vista de la ciudad y su entorno marino. La pincelada rosa la pone el gran tenor italiano Enrico Caruso, que allá por 1920 pernoctó una noche en él.

Catedral Ntra. Sra. de la Purísima Concepción

Muy llamativos, por diferentes motivos, son los dos cementerio­s de la ciudad. En toda Cuba los cementerio­s son, también, lugares de mucho valor artístico.

La Necrópolis Tomás Acea destaca por la monumental­idad de su fachada que imita al Partenón ateniense. Llama nuestra atención cómo integra un jardín dentro de un cementerio, siendo éste un concepto muy interesant­e.

Por su parte el Cementerio de la Reina, ubicado en la Punta Majagua, lugar fundaciona­l de la ciudad, es como una prolongaci­ón de las edificacio­nes neoclásica­s de la ciudad; es como otra ciudad dentro de Cienfuegos, en la que destacan sus nichos verticales. Si vais no dudéis en buscar la Estatua de la Bella Durmiente que, como no podía ser de otra manera, tiene su leyenda.

A 15 kms de la ciudad, en la carretera a Trinidad aparece el Jardín Botánico de Cienfuegos, el más antiguo de Cuba, de 1901 y Monumento Nacional desde 1989.

Son 97 hectáreas y unas 1.450 especies, el 80% de ellas exóticas. Su “colección” de numerosas especies de palmeras está entre las 10 más importante­s del mundo. Si hay una playa francament­e impresiona­nte es La playa Rancho Luna a 18 km al sur de Cienfuegos, muy cerca de la Bahía de Jagua, protegida por un fantástico arrecife de coral, que la hace ideal para el buceo y permite la inmersión en más de 30 puntos.

En ella se encuentra, en un paraje de gran belleza, el Delfinario de la ciudad que os permitirá pasar un rato inolvidabl­e interactua­ndo con sus 8 delfines. No os lo podéis perder.

¿Verdad que sobran motivos para visitar Cienfuegos este 2019?

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Fotos: @Coromina Texto: Rosario Alonso. Palacio Ferrer
 ??  ?? Monumento a Jose Martí en el parque que lleva su nombre
Monumento a Jose Martí en el parque que lleva su nombre
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 ??  ?? Monumento a Ceferino A. Mendez en el Paseo del Prado
Monumento a Ceferino A. Mendez en el Paseo del Prado
 ??  ?? Vistas de la bahía
Vistas de la bahía
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 ??  ?? Bar Palatino
Bar Palatino
 ??  ?? Teatro Tomás Terry
Teatro Tomás Terry
 ??  ?? Arco de los Obreros
Arco de los Obreros
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Colegio San Lorenzo
 ??  ?? Palacio del Valle
Palacio del Valle
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 ??  ?? Cementerio de la Reina
Cementerio de la Reina
 ??  ?? Vista de la playa Rancho de Luna
Vista de la playa Rancho de Luna
 ??  ?? Jaboticaba Cauliflora
Jaboticaba Cauliflora
 ??  ?? Palmera real (jardín botánico)
Palmera real (jardín botánico)

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