Calafell
Corazón de la Costa Dorada
Con un amplio patrimonio histórico y en el corazón de la Costa Dorada, Calafell se distingue por su agradable clima Mediterráneo y su arena dorada a lo largo de sus más de cinco kilómetros de playa. Su amplia oferta gastronómica de carácter puramente mediterráneo unida a su tradición vinícola con cinco denominaciones de origen -como el Priorat o el Penedés-, hacen de este municipio tarraconense el destino ideal para pasar unas agradables vacaciones en familia. A tan solo 30 minutos de Barcelona, 20 de Port Aventura y muy cerca de la Tarragona romana, Calafell ofrece una amplia gama de atractivos para todas las edades. Un lugar donde disfrutar practicando deporte, degustando rica gastronomía marinera, sumergiéndose en civilizaciones milenarias y viviendo un calendario de fiestas sin fin. Entre las actividades culturales, destacan las cuevas prehistóricas o los asentamientos íberos y romanos, así como las construcciones típicas agrícolas y pescadoras. Ejemplo de ello son la Ciudadela Ibérica, el Castillo de la Santa Creu o el Centro de Interpretación del Calafell Pescador “Confraria de Pescadors”.
La localidad tarraconense de Calafell se alza como destino ideal para la práctica deportiva en un entorno de ensueño que combina el encanto de los parajes marineros
de la Costa Dorada con bellos y frondosos bosques. Mar y montaña: una magnífica fusión para disfrutar de todos sus rincones a pie, en bicicleta o sobre aguas del Mar Mediterráneo donde practicar deportes como golf, senderismo, paddle surf o vela, entre otros. La base de la gastronomía calafellense se centra en los productos del mar, donde cobra un protagonismo especial el ``arrossejat´´, uno de los platos más tradicionales de raíz marinera preparado a base de arroz y pescados. También destaca el ``xató´´, la ensalada a base de escarola, bacalao, atún, anchoas y aceitunas arbequinas donde la protagonista es la deliciosa “salsa xató”, cuya receta ha ido pasando de generación en generación. Su enoturismo es otro de los grandes atractivos gracias a sus diferencias climáticas y su gran riqueza, que propician que sea un territorio privilegiado para el cultivo de la vid.
Además, Calafell ofrece recursos y servicios que la convierten en el destino ideal para las familias por su gran variedad de ofertas de alojamiento, ya que cuenta con diferentes propuestas de ocio y entretenimiento para los más pequeños. Por esta razón, la localidad obtuvo la marca de Destinación de Turismo Familiar en el año 2006.