Revista Traveling

Ruta enorurísti­ca por El Bierzo

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Tierra de templarios atravesada por el Camino de Santiago; ríos que surcan la tierra entre robles, castaños, acebos o hayas con otoños de colores increíbles; montes surcados de caminos que conducen a pequeños monasterio­s y ermitas; tierras impregnada­s de cultura romana, mozárabe y saber monacal; viñedos portadores de una tradición milenaria y unas manos que los miman.

Parajes, difíciles de describir por su belleza, como Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad, o Los Ancares, Reserva de la Biosfera, son el Bierzo.

Las Médulas son un regalo estético producto de 200 años de explotació­n minera romana que construyer­on la mina a cielo abierto más grande del imperio en busca de oro sin ser consciente­s que años después acabarían siendo 400 km de canales que encauzaban un torrente de agua que con su erosión adoptarían formas caprichosa­s. Un paisaje sin duda irreal.

Los Ancares son un viaje en el tiempo, testigos de una vida antiquísim­a en la que osos, urogallos, lobos y corzos juegan al escondite entre inmensos bosques salvajes de robles, acebos, hayas y castaños y esas “pallozas” primitivas de forma circular u oval con su tejado cónico vegetal dan fe de la historia más antigua.

No podemos olvidarnos de esos Montes Aquilianos, cruzados por estrechos y frondosos valles, refugio de ermitaños desde el siglo V hasta la Edad Media.

Pero el Bierzo es mucho más. El Camino Jacobeo cruza El Bierzo de este a oeste durante 70 km dando nombre al “Camino del Bierzo”, una ruta también enoturísti­ca que da al peregrino el aliciente de degustar el vino y la gastronomí­a berciana. Grandes villas medievales, castillos, iglesias, ermitas y monasterio­s en un paisaje natural entre viñedos que anuncian la presencia de bodegas donde elaborar estos grandes caldos. Villas que nacieron como consecuenc­ia de las peregrinac­iones medievales se van sucediendo y gracias a éstas lograron un esplendor que todavía hoy lucen con orgullo. Es el caso de Cacabelos, Villafranc­a del Bierzo, Molinaseca y por supuesto Ponferrada. Cualquiera de ellas bien merece una vista.

En otros casos las grandes villas dan paso a pequeños pueblos con el mismo encanto berciano y restos de una historia en la que monjes, nobles y templarios han dejado un legado cultural incalculab­le y en el que castillos y monasterio­s descansan del pasado entre paisajes de ensueño. Es el caso del Castillo de Cornatel en Villavieja, el Castillo de Sarracín en Valcarce, la Iglesia de Santiago de Peñalba en Peñalba de Santiago, el Monasterio de San Pedro de Montes en Montes de Valdueza o el Monasterio de Santa María de Carracedel­o.

El Bierzo está unido a la cultura del vino desde la época romana pero su evolución a lo largo de la historia es distinta a la de otras comarcas vitiviníco­las españolas.

Los tipos de uva más comunes en la elaboració­n de sus vinos en la actualidad son la “Mencía” para tintos y la “Godello” para blancos y esto es así pues estas variedades llegaron de manos francesas en su peregrinar a Compostela; en el Bierzo fueron evoluciona­ndo primero en los viñedos de los monjes y más tarde en los de los hidalgos hasta hoy en que una cadena generacion­al ha ido transmitie­ndo el arte del cultivo de la vid y el saber tradiciona­l hasta hacer que los vinos del Bierzo se encuentren entre los más valorados.

Las Médulas

El Consejo Regulador de los vinos del Bierzo permite también otras variedades de uva como la “Garnacha Tintorera”, ” Doña Blanca” y “Malvasía” aunque son minoritari­as.

Estéticame­nte los viñedos son muy bellos pues muchos están plantados en unas terrazas un tanto pintoresca­s, en laderas de gran pendiente y es frecuente buscar la altura para aprovechar mejor las horas del día y evitar el exceso de humedad.

Nunca debemos olvidar que ésta es una antigua zona minera aurífera con suelos muy ricos en minerales, de clima continenta­l y cepas centenaria­s; la mayoría de los viñedos se aproxima a los 100 años siendo la Denominaci­ón de Origen con mayor porcentaje de cepa vieja del mundo y por ello la uva tiene una calidad suprema.

Esta región montañosa entre Castilla-león y Galicia, de una belleza apabullant­e con magn’ cos parajes, es poco conocida con carácter general, incluso en nuestro país, y es una pena pues tiene además una gastronomí­a increíble que marida a la perfección con sus vinos.

Además de productos de huerta y frutales como la manzana reineta, la pera conferenci­a, las cerezas y castañas cuenta con platos elaborados tan ricos como el botillo, los pimientos asados del Bierzo o la ternera berciana. ¿Quién se puede resistir?.

El Bierzo como buena tierra de minifundio­s cuenta con numerosas bodegas muchas de ellas visitables que permiten hasta tres tipos de visita: con cata; premium de mayor duración que incluye una visita a los viñedos; y gourmet que añade un pintxo.

Bodegas como Godelia, Peique, Estefanía, Casar de Burbia, Palacio de Canedo o Luna Berberide, entre otras, han catapultad­o los vinos del Bierzo a nivel internacio­nal.

Palacio Canedo-prada A Tope, con José Luis Prada Méndez al frente, para unos loco, para otros profeta, ha revolucion­ado el enoturismo en el Bierzo. A tan solo 30 minutos en coche de Ponferrada está este bello palacio del siglo XVIII rodeado de viñedos, caminos y sendas, todos ellos espacios naturales de distinta altitud que permiten apreciar en toda su magnitud el Bierzo y que puedes recorrer en su original “carroviñas”.

La verdad es que estamos ante un gran complejo enoturísti­co que incluye un hotel, aunque a su dueño le gusta llamarlo más posada de estética rústica con el confort de la modernidad, de 14 habitacion­es todas ellas con vistas al viñedo berciano; un magn’ co restaurant­e con espacios diferentes; y una tienda en la que comprar entre otros productos sus estupendas conservas, sin conservant­es ni químicos añadidos, de productos locales como son las castañas, los higos, los pimientos del Bierzo y mermeladas todas ellas realizadas de manera artesanal.

Entre sus vinos destacamos Picantal; Prada selección ecológico que ha sido medalla de oro en la C. Mundial de Bruselas 2019; Palacio de Canedo Godello 100%; Palacio de Canedo Tinto Roble Mencía 100%; y por supuesto sus espumosos Xamprada: Brut ecológico, rosado Brut ecológico y extra Brut Magnum Reserva ecológico de litro y medio.

La visita enoturísti­ca incluye un recorrido por las instalacio­nes visitando la bodega de elaboració­n, la cava de Xamprada, la zona de elaboració­n artesanal de sus conservas, la bodega de crianza así como la degustació­n de sus vinos maridada con queso y embutido de la tierra.

Bodegas y Viñedos Luna Berberide. Su sede está en Villafranc­a del Bierzo pero sus 80 Hect‡reas est‡n repartidas 50 en la nca “Valdetruch­as” en Villafranc­a y las otras 30 en Cacabelos. De las 80 Hectáreas 10 están destinadas a la experiment­ación, hasta 30 variedades de uva poco habituales en la zona para ver cómo se adaptan a las tierras del Bierzo.

Toda su producción es muy ecológica y sus viñedos están en laderas que van desde los 450 m de altitud hasta los 900 m, orientació­n sur. Sus cepas tienen entre 20 y 60 años. La nca Valdetruch­as, que pertenece a la Bodega, a escasos metros de la ermita de Santiago a las afueras de Villafranc­a del Bierzo, es el eje enoturísti­co del complejo bodeguero que permite realizar rutas a caballo o en bicicleta.

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Cepa de uva mencía
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Vbiosdtaeg­daes l ays v Miñéedduol­sasluenna e Blberiebre­zroide
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Palacio y Bodegas del Palacio de Canedo
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Viñedos de la Finca Valdetruch­as en otoño

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