Navegando por el Parque Nacional de los Haitises
Tan solo la visita a este Parque Nacional hace que merezca la pena viajar a Samaná. Ocupa una superficie aproximada de 640 kilómetros cuadrados. Los Haitises reúnen bosques de manglares, selva tropical, cuevas, ensenadas y bahías enmarcadas por islotes kársticos recubiertos de una densa vegetación.
Por ser un parque costero-marino, cuenta con una fauna de aves y especies marinas sin igual, con una representación mayoritaria de las especies endémicas, nativas y migratorias que no se pueden encontrar en el resto del país. Algunas de esas especies son el pelícano o alcatraz, la tijereta o fragata, la cotorra y la lechuza entre otras; en cuanto a especies marinas encontramos tortugas marinas, delfines de boca de botella y en ciertas épocas del año, ballenas jorobadas con sus crías.
No hay mayor placer que observar estas especies en libertad, tomar la cámara y en silencio captar imágenes únicas del paisaje y sus habitantes. El silencio y la magia de este lugar la rompemos como de costumbre los humanos que convertimos un delicioso paseo en catamarán en una loca fiesta con ron, música y megafonía advirtiendo a gritos la presencia de especies que al escuchar tanto alboroto rompen su tranquila y sosegada vida para alzar el vuelo buscando esa serenidad que les robamos.