La ventana del Mayorazgo Habitación 432
En Madrid encontré un lugar para soñar, “la de la Puerta del Sol”
Navegando en varios buscadores vi una imagen que me llamó la atención. Un Hotel que tenía pintado un gran mantón de manila en su fachada… ¡ y su ubicación es perfecta para ir a un musical, ir de compras o simplemente pasear por el centro!. En dos clicks tenía mi reserva.
Cuando llegué a Madrid y vi el hotel, la verdad me impresionó el gran mantón de su fachada, pero al entrar en el lobby, ratifiqué que mi decisión era muy acertada. Se percibía un buen ambiente acogedor pero con personalidad que cada vez se ve menos en los hoteles de diseño.
En recepción me dieron la 432 “la Puerta del Sol”. A partir de aquí todo fue un placentero sueño que transcurrió en esa céntrica “puerta de Madrid”. Si queréis vivir mi sueño, debéis pedir en el Mayorazgo la habitación 432. La Historia transcurre en plena invasión francesa cuando las tropas de Napoleón tienen que refugiarse en la Casa de Correos ante la presión de los madrileños, los soldados salieron huyendo pero su capitán quedó dentro; cuando el pueblo entró, mandaron desmantelar hasta el mismísimo reloj buscándole en cada hueco, pero solo hallaron un pequeño ratón. Cuenta la leyenda que el capitán hizo un pacto con el demonio para que le convirtiera en ratón y así salir indemne del asedio.
La Puerta del Sol fue construida en 1.768 durante el reinado de Carlos III. Se la denomina puerta y no plaza porque en ese lugar existía una fortaleza en la confluencia entre las calles Montera y Carretas durante la guerra de las Comunidades (1520), cuya puerta principal tenía dibujado un sol, quizá por su orientación hacia levante. La fortaleza fue derribada en 1570 para ensanchar la salida de la ciudad, quedándose con el nombre popular hasta nuestros días.
El edificio más imponente y a la vez el más antiguo de la Puerta del Sol es la Real Casa de Correos. Se construyó en el siglo XVIII para este uso y posteriormente tuvo otros, como ministerio y hasta cárcel. En la actualidad alberga la presidencia del gobierno de la Comunidad de Madrid. Sobre el tejado se construyó, ya en el XIX, una torre en cuyo interior se colocó un famoso reloj. Se trata del reloj obsequio del relojero Losada, que hoy preside esta emblemática plaza y desde él se retransmiten las doce campanadas en fin de año.
En esta Plaza confluyen diez calles, todas ellas merecen un paseo, cada una tiene una historia y todas guardan la esencia de Madrid. Estas calles nos conducen a otros lugares muy emblemáticos de la ciudad ¡qué tendrás que descubrirlos!.