Marrakech, Capital de la Cultura Africana
Puerta de entrada ideal para un primer contacto con la cultura árabe-musulmana, la cosmopolita Marrakech está inscrita doblemente en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por su Medina y por la Plaza Jamaa el-fna.
Explorar sus laberínticos zocos es también disfrutar de la experiencia única de ver trabajar a los maestros artesanos del cuero, tintoreros, orfebres, ceramistas, herederos de una artesanía milenaria.
Entrar en un riad construido alrededor de un patio con fuente, con sus naranjos o granados y decorado a base de azulejos, lejos del bullicio del zoco es entrar en una casa árabe-andaluza. Tomar cuscús o tajín de cordero, recibir cursos de caligrafía árabe y relajarse en un tradicional Hammam son experiencias únicas que vivirás en esta ciudad en la que por momentos pensarás que estás entrando en la cueva de Alí Babá y en otros que has encontrado la lámpara de Aladino y hasta la alfombra mágica.