Mirador de Santa Catalina (Cantabria)
Probablemente una de las mejores vistas del desfiladero de la Hermida. Ante la vista desde la atalaya, el vuelo de grandes rapaces se abre paso entre las imponentes montañas que forman el desfiladero. Un balcón divino con vistas al río Deva, en el que uno se siente un gigante con el mundo a sus pies. En la carretera que lleva al mirador, hay un desvío casi obligatorio que lleva a la Iglesia de Santa María de Lebeña, un vestigio del prerrománico escondido en el desfiladero, como tesoro protegido por la propia naturaleza.