Fuera de Carta
Sabor de la memoria Alba de Tormes (Salamanca)
Por Henando Reyes Isaza
La localidad salmantina de Alba de Tormes veía nacer en 1999 el restaurante Don Fadrique de la mano de la familia Sánchez Monje quienes, empeñados en desarrollar una particular cocina reflexiva e imaginativa, emprendieron un valioso camino de la mano de los excelentes productos de la tierra y de las aguas del Tormes, un río de tradición pesquera del que proceden las truchas, bogas y tencas que no faltan en la carta del restaurante.
Y si la búsqueda del producto y su natural transformación marcaron por entonces las pautas de Don Fabrique, ahora lo hacen desde el pasado 11 de junio con el nuevo espacio gastronómico “Sabor de la Memoria” dando protagonismo a la leña y el carbón de encina, dos elementos que otorgan todas sus propiedades para cocinar los productos más “top”.
Revaluando la gura del panadero
Si el nombre del restaurante es ya de por sí romántico e inspirador, poner al alza la figura del panadero de toda la vida es un plus en estos tiempos de sostenibilidad y énfasis en los productos sanos y naturales. Aquí, el panadero hace pan a diario con una masa madre confeccionada a partir de las levaduras propias del ambiente, de los microorganismos que habitan en la casa. Todo un plus, que incluso permite a los comensales llevarse alguna pieza a casa.
Esa destacada saga Sánchez Monje
Nicolás, el mayor de los hermanos, debido a su carácter creativo, se encarga del diseño y ejecución de los platos y es el sumiller. Manuel, por su parte, con un perfil más técnico gestiona la empresa familiar. Y los padres Nicolás y Ángela ejes motores de esta andadura, siguen involucrados en diversas acciones y son, sin duda, los pilares fundamentales. Él, cuida de la huerta y el ganado, ovejas y gallinas, imprescindibles para contar siempre con un producto de primera calidad. Ella, con su tesón y apoyo incondicional, es el alma del proyecto. Fue ella, con su mano para los guisos, quien enseñó a sus hijos los platos tradicionales que ellos versionan ahora y quien les inculcó el sabor de la memoria.
Don Fadrique Sabor de la memoria
“Lo que buscamos es conmover la memoria por una razón concreta, puede ser desde algo tan sencillo como servir en una cazuela de barro hasta aspectos más complejos de los sabores” dice Nicolás. “Atraer sensaciones y recuerdos a través de productos y elaboraciones tradicionales, actualizando ligeramente las recetas de nuestras madres y abuelas para llevarnos a los sabores de antes”. De este menú, Nicolás Sánchez Monje destaca el bacalao de huerto, una de las muchas recetas en las que los monjes carmelitanos preparaban este alimento, la única proteína que consumían.
Don Fadrique Instinto
Es el más extenso, llamado así debido a que es por el instinto por lo que se guían ambos cocineros a la hora de diseñar y elaborar sus platos. También es el menú que incluye más técnica, es el más vanguardista. En palabras del hermano mayor: “Nos dejamos llevar un poco más por lo que nos gusta, por nuestra intuición de cocineros, por la libertad creativa.”
En la era post pandemia
Como destino de proximidad, como recinto en una zona rural y como establecimiento con una cocina excepcional y de altísima calidad, “Sabor de la Memoria” es un lugar que debe ocupar una destacada posición en las listas de lugares por conocer.
De cara al verano y como respuesta a las exigencias de la vuelta a la normalidad, Don Fadrique pone a disposición de sus clientes los siguientes espacios:
• Terraza al aire libre, con aforo • Terraza acristalada, entre 10 y 45 personas
• Don Fadrique Instinto, con aforo para • Don Fadrique Sabor de la memoria, con aforo para
130 personas. para
El lugar cuenta también con un coqueto hotel familiar con tan sólo 14 habitaciones. Ya tienes el plan perfecto para disfrutar de un fin de semana, y de paso conocer “El sabor de la memoria”. 160 30 personas