Bodega 202
Del peregrinaje jacobeo al mejor “Garage Wine”
‘Garaje wine’
Que los sueños se hacen realidad es algo que los fundadores de esta bodega de Rioja Alavesa pueden afirmar con rotundidad puesto que se enamoraron de las tierras altas de la Sierra Cantabria mientras realizaban el Camino Francés. Tras el flechazo, optaron por cumplir el sueño de sus padres de construir una bodega, la que hoy en día produce uno de los mejores ‘Garage Wine’ de nuestro país.
El matrimonio norteamericano compuesto por Francis y Kathleen Rooney fundó Bodega 202 en el año 2014 tras enamorarse del paraje de la Sierra de Cantabria en la Rioja Alavesa mientras hacían el Camino de Santiago. Desde el primer momento tuvieron claro que precisamente las viñas viejas de este terruño de buena altitud eran las perfectas para lo que tenían en mente. La altitud proporciona un equilibrio ideal para una maduración lenta de las uvas, mientras que las viñas viejas conceden una uva concentrada que aporta una complejidad aromática y una gran aptitud para largos periodos de envejecimiento. Conscientes pues de que un buen vino nace en el viñedo, y habiéndose hecho con una serie de corros en Elvillar, Lanciego, Cripán y Labastida, procedieron a montar una moderna bodega en las afueras de Laguardia.
“Los vinos no saben si duermen en un castillo del siglo XVI o en una bodega garaje”
Gran reconocimiento internacional
Primero fue “Ansa 2015”, la referencia de esta bodega cuyo debut en el mercado estuvo avalado por algunos de las más grandes entidades de la crítica especializada: 95 puntos en Wine Spectator, 94 puntos otorgados por el más que célebre Tim Atkin, y 93 en la Guía Peñín. Un quórum internacional y local de suma relevancia. El propio Atkin catalogó Bodega 202 como “una de las historias de éxito más destacadas en Rioja de la última década” y que, con sus 95 puntos Wine Spectator, se encuentra entre los 37 mejores vinos de Rioja de la historia de esta guía.
Segunda añada: elegancia y frescura
Ansa 2016 es un vino de parcela que combina elegancia y frescura. Se trata de un mono varietal de la uva tempranillo cuya producción de apenas 4.000 botellas procede en exclusiva de dos micro parcelas en Elvillar y Lanciego. De ellas se obtiene una uva que, fermentada por separado, da vida a este tinto fresco pero complejo, donde delicadeza y elegancia se dan la mano.
Viticultura sostenible y enología moderna
Con la clara idea de que el trabajo en bodega no debía alterar el potencial de la uva, Luis Güemes se puso manos a la obra apostando por una innovación centrada en maximizar la frescura de la tempranillo. Vendimia y selección de uva en bodega realizadas de forma manual son el primer paso de esta minuciosidad, solo seleccionando los mejores granos. Gemes a rma que:
“Ansa es un vino con una misma voz pero con matices diferentes” Por eso recurren a técnicas muy novedosas, como la maceración prefermentativa en fro o al tanque sin semillas , un diseo propio para evitar el verdor de más que aporta la uva tempranillo.
“Las fermentaciones las hacemos por separado, para respetar cada viñedo. Elvillar nos ofrece taninos delicados y fruta fresca, y Lanciego es fruta madura y violetas”, cataloga. El resultado es un coupage tardío de una misma variedad de uva que se expresa con diferentes matices en función de su origen y que se respeta en la barrica. “Necesitábamos una madera que potenciara ese terruño”, nos asegura. Un aire nuevo desde Rioja Alavesa en la que la última palabra, como debe ser, la tiene el viñedo.
En un futuro se contemplan las visitas exclusivas para peregrinos del Camino, como un guiño no solamente al enoturismo en auge, sino también a los orígenes mismos de este negocio que nos ha demostrado que los sueños se cumplen.