Como una película te descubre… tu lugar en el mundo
Susana Hornos es una riojana porteña o una actriz y productora de teatro y cine que dejó la toga y todo lo demás para irse a cumplir su sueño. Y lo hizo en Buenos aires.
Siempre me gustó el teatro y desde pequeña era una aventurera a través de los libros. En los 90, leía mucha literatura iberoamericana. Y coincidió que vi un peliculón Martín H y me fascinó, lo que llevó a que un compañero me prestase “Un lugar en el mundo”, y en ese momento me dije “donde esté Aristarain yo tengo que estar” . Y en dos meses dejé todo, un trabajo de abogada por las mañanas en Zaragoza, la compañía de teatro en la que estaba y mi casa y me marché a Buenos Aires, donde no conocía a nadie, sólo tenía a unos familiares lejanos que no había visto nunca. Aunque tengo que decir, que fui a ver a Federico Lupi al teatro en España unas semanas antes de irme y le dejé algo sorprendido cuando le conté que me marchaba a su tierra a la aventura. Y como tenía esa calidad humana, sin conocerme me dio su número de teléfono por si cuando llegase allí necesitaba algo. Lo guardé durante bastante tiempo como oro en paño. Lo demás ya se sabe.
¿Cómo fue tu aterrizaje en Buenos Aires?
-La primera impresión de la ciudad es el caos, tanto para lo bueno como para lo malo. Te levantas por la mañana y ves una mole gigante de edificios todos diferentes, y sin orden. La propia arquitectura hay días que te produce impulso, te mueve y otros donde te quita la energía. Aprendí que el microcentro , es un lugar obligatorio para los turistas, y el último lugar al que vamos los que vivimos allí. Los porteños necesitan la adrenalina que les da esa ciudad.
Me imagino que tuviste alguna anécdota
-A todo el mundo lo primero que le recomiendo es que antes de ir, apunte términos que allí tienen otro significado y que además, evitará situaciones incómodas. Durante la primera semana, una mañana que estaba buscando casa, entré en un bar me pedí un sándwich y una caña, y el camarero me miró con cara de pobrecita. Y lo entendí cuando trajo el sándwich y lo que en España llamamos un chupito de orujo.
Y también recién llegada, en una reunión con esa familia lejana y desconocida que habían organizado para conocernos, al decir que era actriz, uno de ellos me pregunta que cual había sido mi último papel en el teatro. Y le respondí - una obra en la que hacía de pija.
Yde repente el silencio.
Entonces una señora muy mayor, se acercó y me dijo al oído.
– En Argentina, gallega, una pija es el miembro viril- ¡imagínate!, sólo recuerdo enfrente mío a dos niños mirándome impávidos.
Cualquier ciudad tiene muchas ciudades, y zonas especiales ¿Algo que te sorprendió de Buenos Aires?
-En B.aires yo siempre recomiendo el recorrido de las cúpulas, hay mucho Art Noveau y mucho palacio con cúpulas, como la del Palacio Barolo, aunque la más grande es la del congreso, y otra cúpula muy bella es la de El Molino, que es una confitería Arte Noveau.
Las confiterías son lugares especiales y típicos, ¿verdad?
-Las confiterías porteñas son diferentes a lo que entendemos en España como confitería, son como cafeterías donde la gente puede estar leyendo, de tertulia que es algo muy argentino, son lugares tranquilos, son un lugar donde uno siente paz y es un espacio donde paras el ritmo de la ciudad.
Cuantos Buenos Aires has vivido -Casi cada día puedes vivir un Buenos Aires distinto, es literalmente muy cambiante, de un día para otro cambia absolutamente.
Para mi hay un Buenos Aires que necesito, que extraño, que llevo en el alma es la ruta del teatro que no termina nunca, son casi seiscientas salas de teatro.
La manera de salir durante la semana en mi caso, es ir al teatro porteño con los amigos dos o tres veces por semana. No me puedo imaginar la ciudad sin teatro.
Ese es uno de mis B.aires y que por supuesto recomiendo, hay mucho teatro independiente.
El otro Buenos Aires es el de los amigos , allí la gente queda mucho en las casas de los amigos, jornadas tranquilas de larga tertulia, o lo que llamo la quedada del mate. Quién visita Buenos Aires debe de probar el mate y aprender como se toma. Nunca hay que negarse, es una especie de ritual muy de ellos. Hay que dejarse aconsejar y evitar incumplir los códigos de la cultura del Mate, que hay que conocer. El tercer Buenos Aires es el trepidante, el del humo, el del ritmo, el del metro que allí se llama subte, el de la mala comunicación, el microcentro es esa ciudad dentro de la ciudad a la que de vez en cuando hay que ir, aunque yo lo evito habitualmente. Pero el visitante debe conocerlo.
En Buenos Aires que sitio recomendarías que no se puede perder el visitante y que no suelen ir los turistas.
- Hay un lugar muy curioso, la Iglesia de Santa Catalina de Siena, se encuentra en la zona de microcentro, tiene un patio interior con un pequeño restaurante. Es un paraíso dentro de la vorágine, de repente te encuentras en paz, sin ruido. Hay otro lugar muy peculiar, que es el Museo de Evita y que cuenta con un pequeño restaurante, es un lugar muy especial. Un sitio para perderse es el Mercado de las flores y el Mercado de las pulgas, donde encuentras cualquier cosa.
Y una ruta especial y que no hacen los turistas es la de las librerías, algo maravilloso.
Y no me puedo dejar El Palacio Barolo y el Pasaje de la Piedad, aunque están en las guias, es algo impresionante.
Que lugares te han impresionado en tus giras.
-Me gustan esos pueblos chicos, pampeanos con una plaza varias calles y un teatro. Y si tengo que destacar alguna zona la provincia de Entrerios, es una provincia que amo, todo el norte de argentina, Tucuman, donde aparece el mundo indígena, el sincretismo, la comida es diferente, se mezcla la comida de países cercanos, es la zona de Noa (noroeste argentino) me quedo con Entrerios y el Noa y esa zona de la Pampa donde la gente va en caballo, rutas que ves planicie infinita donde te encuentras lugares y gente que a mi me dieron la vida. En Entrerios tuve la suerte que me coincidió obra de teatro y el rodaje de El qurí, y lo pude disfrutar mucho.
Como país la gastronomía es una mezcla impresionante, ¿Que recomendarías probar?
-La gastronomía es muy especial me gusta mucho la Bagna Cauda (hervir verduras con crema de anchoas), los tamales, y un guiso de carne y melocotón, que es riquísimo. Y aunque soy riojana de nacimiento he ido inculcando el gazpacho a muchos amigos argentinos.
Susana nos ha llevado a su Buenos Aires querido donde ha estado más de 20 años y al que le gusta poner música para vivirlo aún más. Nos dice que le pongamos música a nuestra visita, escuchar un poco de folklore argentino, la chacalera y la zamba, por ejemplo Zamba para olvidar de Mercedes Sosa, para Susana es algo sublime.
Ahora está inmersa en retomar una gira con su obra Maria Teresa y el León; ha producido y coprotagonizado Stoyan rodada en Bulgaria, junto a Tristán Ulloa y Marta Milans que se estrenará en el último trimestre del 2021, y la vemos actualmente en la serie Estoy vivo. Y algún que otro proyecto más que no nos cuenta porque como ciudadana del mundo que es, donde pueda contar una historia allí estará Y para comprender mejor su viaje de 20 años un fragmento de la película. “Me gustaría que me dijeras cómo hace uno para saber cuál es su lugar. - Yo por ahora no lo tengo. Supongo que me voy a dar cuenta cuando esté en un lugar y no me pueda ir.- Supongo que es así.” -Un lugar en el mundo-1992