Curiosidades Cocteleras
Hablamos de los cócteles clásicos y de los más atrevidos, de los más deseados y de los olvidados, de los fáciles de preparar y de los no tan fáciles… Pasen y disfruten de nuestro bar
THE GODFATHER
En este año 2022, en el que se cumple el 50 aniversario del estreno mundial de la película El Padrino, la primera de la mítica trilogía dedicada a la historia de la Mafia; queremos rendir homenaje a uno de los cócteles que, si bien se desconoce quién fue el creador de esta combinación, fue a raíz de esta saga cinematográfica cuando se reconoció como uno de los grandes cócteles. Al protagonista de la película, Marlon Brando, no se le ve nunca en pantalla con el vaso tumbler en la mano… pero durante el rodaje, el actor tenía su bebida predilecta detrás de los focos… en la penumbra del plató. A Brando le gustaba beber sorbos de Amaretto di Saronno, solo o mezclado con whisky.
Como la película se hizo famosa en la década de los años 70, a este combinado le pusieron el nombre de The Godfather, volviéndose popular en ambientes nocturnos cargados de humo.
Años más tarde, continuando con la relación entre la mafia y este trago, en la serie de televisión Los Soprano (HBO 1999-2007), el culebrón televisivo sobre La Mafia más famoso de la historia, el guion muestra la afición al cóctel The Godfather por parte de su capo, Tony Soprano, que lo va pidiendo por los bares que visita durante las 6 temporadas de la serie. Así que, parece que este cóctel tiene madera de jefe mafioso.
Se trata de una combinación potente, ligeramente amarga y con pequeños matices dulces. Tiene 2 ingredientes alcohólicos: whisky y amaretto. En teoría, cada cual se lo sirve en proporciones a su gusto. El whisky escocés lo
podemos sustituir por whisky americano o por bourbon. Como anécdota, diremos que el amaretto es un licor de almendra que se crea en Italia en 1525 y, cuenta la leyenda, que el pintor Bernardino Luini, discípulo de Leonardo da Vinci, recibió el encargo de pintar una madonna para la iglesia de Saronno. Entre el pintor y la modelo surgió el amor a primera vista; pero, tristemente, ella tuvo que abandonarle (cosas de la mafia de la época). En su desasosiego, el pintor preparó un licor para su amada con hierbas de su jardín al que le añadió almendras amargas en señal de dolor por su partida. Así fue como nació el ahora popular licor Amaretto di Saronno.
El cóctel The Godfather se prepara en un vaso tumbler -también llamado old fashioned-, y se sirve on the rocks, es decir: con cubitos de hielo. Recomendamos poner hielo casi hasta arriba del borde del vaso.
Echar directamente sobre el hielo: 35 ml. de Whisky escocés (o Bourbon) + 35 ml. de Amaretto di Saronno. Remover delicadamente con la cuchara coctelera y decorar con una piel de naranja.
Es un cóctel de tipo trago largo, pensado para tomarlo lentamente.
Parafraseando a Don Vito Corleone: “The Godfather, un cóctel que no podrás rechazar”.
SIRENA MIMOSA
Nos vamos a ir preparando para el verano que se avecina con un cóctel fresco y ligero, y con un toque sofisticado. Pertenece a la familia de Las Mimosas, esas bebidas elegantes y socialmente aceptadas para brindar a mediodía, especialmente a la hora del brunch.
Cuenta la leyenda -os tenéis que ir acostumbrando a esta frase, porque en el mundo de la mixología se puede aplicar a casi todos los cocktails-, que La Mimosa se creó a inicios de la década de los años 20 en el BUCK’S BAR de Londres.
La receta original consistía en zumo de naranja recién exprimido y vino espumoso (preferentemente champagne). La proporción habitual presentaba ambos líquidos en partes iguales.
Pero la mimosa que mostramos en esta ocasión poco tiene ya que ver con la receta original.
Su nombre es Sirena Mimosa, y consiste en un atrevido cóctel con un atractivo color.
Prepararla directamente en Copa flauta y sin hielo: Chorrito de Midori (licor de melón)
20 ml. de zumo de naranja recién exprimido.
Rellenar con champagne muy frío.
Chorrito-top de Curaçao Blue.
Placenta
Semillas
El pimiento de Espelette, importado de México en el siglo XVI por los conquistadores, comenzó en 1650 su cultivo en la villa de Espelette, en el País Vasco Francés, a la que da su nombre, utilizándose desde entonces como condimento alternativo a la pimenta y en polvo para recubrir los jamones durante el tiempo de secado. Las semillas de este producto son cuidadosamente seleccionadas de los mejores pimientos del año anterior y se siembran en vivero durante el mes de enero; entre marzo y abril se realiza el trasplante y, a principios de mayo las plantas están preparadas para su siembra en suelo abierto. Se recolecta, manualmente, desde principios de agosto hasta el comienzo de las primeras heladas.
Desde el 2001 su producción está controlada por “Appellation d'origine contrôlée” y desde el 22 de agosto de 2002 es “appellation d'origine protégée” (un grado más dentro de las denominaciones de origen que se otorgan en Francia). Esta distinción otorga al pimiento de Espelette una calidad inigualable, aunque para ello los agricultores deben pasar durísimas inspecciones y cuidar todos los procesos de producción, desde la semilla, el semillero, hasta la forma de secado y de molturación y así certificar que este gran producto está en condiciones aromáticas y gustativas óptimas.
El área de producción se extiende sobre las poblaciones de: Ainhoa, Cambo-les-bains, Espelette, Halsou, Itxassou, Jatxou, Larressore, Saint-pée-sur-nivelle, Souraïde y Ustaritz. Esta región está situada en el valle de un teatro de colinas y montañas, a los pies de los Pirineos y cerca del Océano. El clima es suave y lluvioso por lo que reúne las cualidades propicias de calor y humedad para el cultivo del pimiento.
Como curiosidad en el proceso de cultivo, están totalmente prohibidos los riegos salvo el mes siguiente a la plantación (mayo-junio) y en caso de extrema sequía, la limitación de plantas por hectárea o la recogida, que debe ser a mano, son algunas de las duras limitaciones que la D.O.P. impone. El resultado es un pimiento cónico, carnoso de un tamaño que oscila entre los 7 y 14 cm de un color rojo cobrizo y un picor intermedio. Una vez recogido es engarzado en ristras o extendidos sobre paneles metálicos y llevado al secadero donde permanecerán mínimo 15 días, tiempo suficiente para que se vayan deshidratando lentamente de forma natural, lo que les permite que adquieran un desarrollo armonioso de aromas.
Una vez han alcanzado el punto de madurez deseado, se les realiza el despalillado (eliminación del pedúnculo que le sujetaba a la planta) y se vuelven a colocar en bandejas para un secado final en horno durante 3 días y a una temperatura de 60°C para que adquieran una textura crujiente. Inmediatamente que salen del horno se muelen. Existen molturas más finas o más gruesas en función de lo que en su momento se quiera. Las semillas también son tostadas y molidas junto con el pimiento para darle esa expresión picante al producto.
Actualmente el pimiento de Espelette es mucho más que una especia, es toda una cultura en el País Vasco Francés, sus largas ristras decoran las fachadas de esas típicas casas de tejado de dos aguas, sus laterales y contraventanas pintadas en rojo, verde o azul. Es el emblema de esta región francesa en la que podrás degustar infinidad de productos que contienen pimiento de Espelette, desde cerveza hasta chocolate, pasando por productos a los que jamás hubiéramos podido imaginar que se le pudiera incorporar este pimiento, y es que el “savoir faire” de esta gente no conoce límites, pero el resultado es siempre excepcional.