Manten la lechuga crujiente
Es comprar una lechuga fresca y crujiente y a los pocos días se pone pochita. ¿Cómo evitarlo? El truco está en utilizar papel de cocina seco. Este absorberá la humedad de la lechuga, que es la principal causa de que esta se oxide y se ponga blandita tan rápido. Envuelve tu lechuga en papel de cocina y luego métela en una bolsa de plástico o en un recipiente de almacenamiento dentro de uno de los cajones de la nevera. Ese es el lugar ideal.