PARA TRIUNFAR POR LA MAÑANA, DOMINA LA NOCHE
TUS SENSACIONES MATUTINAS
están directamente relacionadas con todas las decisiones que tomaste la víspera. Copia estos pequeños hábitos para convertirte en un corredor madrugador.
ACUÉSTATE PRONTO.
Lo fundamental para madrugar es acostarse temprano, un consejo que descuidan muchos de quienes quieren establecer una rutina de running matinal. Según vayas levantándote más pronto, te sentirás más cansado la noche anterior. Prestar atención a estas sensaciones es fundamental. En resumen, no intentes mantenerte despierto por la noche; escucha a tu cuerpo cuando te diga que quiere irse a la cama.
PRUEBA LA MELATONINA,
pero mucho antes de irte a dormir. La melatonina es una hormona natural producida por el organismo que provoca somnolencia y regula el ciclo de vigilia-sueño. Las personas con problemas para dormirse que no quieren recurrir a fármacos con receta, suelen utilizar estos suplementos. Algunos expertos recomiendan que en lugar de tomar la melatonina justo antes de ir a la cama, como suele hacerse con los somníferos, debe tomarse un poco antes, lo que resultará más eficaz para ajustar el reloj corporal. Es un mecanismo muy útil para modificar el cronotipo.
EVITA LA LUZ AZUL.
Hay que evitar los móviles al menos en los 30 minutos previos a la hora de acostarse. Consultar correos electrónicos y otros mensajes puede ser estresante. Aparte, la luz azul envía una señal al cerebro de que es hora de activarse. El marcapasos fundamental en el cerebro, muy sensible, está influido principalmente por el ciclo de luz y oscuridad. Una exposición anormal a la luz desajustará tu reloj.
CENA PRONTO (Y NO MÁS).
Todas las células, tejidos y órganos del cuerpo tienen su propio reloj interno y su ritmo biológico. En un mundo perfecto, todos estos relojes estarán sincronizados. Al igual que la claridad indica a tu cerebro que es hora de despertarse, los alimentos avisan a los órganos metabólicos de que ha llegado el momento de la actividad. Ese tentempié que crees inofensivo, le está diciendo a tu hígado y riñones, por ejemplo, que es hora de activarse. Lo ideal es ajustar la ingesta de alimentos a la fase de actividad, lo cual ayuda a sincronizar los relojes internos. Además, si comemos durante la fase de reposo, de forma que se desincronicen los relojes, se corre el riesgo de favorecer la obesidad, la diabetes y otros trastornos metabólicos.
DESCONECTADELTRABAJO.
Haz las tareas más difíciles a primera hora, cuando tu mente está más despierta y tu fuerza de voluntad es máxima. Tu entrenamiento matutino lo notará positivamente. Si pospones las tareas más duras, no podrás olvidarte de esa carga al llegar a casa y estarás estresado a la hora de irte a dormir. Además, si realizas tanto el trabajo más duro como los entrenamientos por la mañana (así mejoras la concentración y la memoria), puedes crear un bucle de retroalimentación positiva: correr temprano, sentirse estupendamente, hacer el trabajo duro a primera hora, dejar las cosas más sencillas para la tarde, volver a casa con la cabeza despejada, dormirse temprano y vuelta a empezar.
Correr por la mañana te engancha. Cuando llego a la oficina, todo el mundo está medio dormido y algunos me preguntan cuál es mi secreto para estar tan bien. En esos momentos me siento en la cima del mundo”. — JOHN HONERKAMP, ENTRENADOR DE ATLETISMO Y FUNDADOR DEL PRIMER GRUPO DEL NOVEMBER PROJECT EN NUEVA YORK