LOS MODERNOS
EL BOOM DEL RUNNING. Imagino que a estas alturas ya habrán oído hablar de él. No sé, tal vez entre doscientas cincuenta y trescientas mil veces. Básicamente consiste en que, de un tiempo a esta parte, si no te metes un medio maratón de vez en cuando, lo mismo hay peña que te deja de hablar. Da igual tu pasado deportivo y las veces que dijeras que dar vueltas sin sentido para llegar al mismo sitio era lo más aburrido del mundo. Importa poco que recortases esquinas en clase de gimnasia o en los entrenos de fútbol. ¿El gordito de tu cole? Ese también corre, dalo por seguro. Corre, como tantos miles, porque ahora mola. Porque esto ya no es cosa de pobres, porque tiene un nombre en inglés y a las 8:00 de la mañana puedes petar las redes sociales con heroicidades del tipo: “10 kilómetros ya completados”.
Que no les confunda el tono, a mí me parece cojonudo (de hecho vivo de ello, así que, imagínense, rezo cada día para que a nadie le de por pasarse al bádminton antes de que yo liquide la hipoteca). Lo que no me mola tanto son los sabelotodo, los que quizá se toparan alguna vez con la humildad, pero está claro que ni la saludaron. Gente que ha decidido entrar en esto y no se limita a expresar su opinión (ejercicio libre, democrático y más que recomendable), sino que pontifica sobre
A VECES LOS NUEVOS CORREDORES COMETEN EL GRAVE ERROR DE IGNORAR EL ENORME LEGADO QUE ATESORA
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