Runner's World (Spain)

¿A QUÉ DEDICA EL TIEMPO LIBRE?

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El que le levantó la chavala a Perales ni idea, pero los participan­tes de la Desert Run y quienes les acompañen en su periplo africano tienen infinidad de posibilida­des. Cansarte puedes, porque 62 kilómetros en 3 días tienen su miga, pero aburrirte es imposible.

Desde el minuto 0 -hablamos nada más poner el pie en el aeropuerto de Errachidia- comienzas a fusionarte con el paisaje al ser agasajado con una muestra de folclore local acompañada de té con pastas. Desde allí te conducen a Arfoud, que no por casualidad es conocida como ‘la puerta del desierto’, donde dormirás en el Kasbash Xaluca, un hotel con todo tipo de comodidade­s (piscina exterior y cubierta, gimnasio, jacuzzi, pista de pádel…) integradas en una arquitectu­ra sugerente, tanto que el ambiente generado te hará pensar que te mueves entre los muros de alguna histórica ciudad de la zona.

Al día siguiente toca correr, pero no te apures, salida y meta están en el propio hotel, así que todo el proceso de recogida de dorsales y welcome pack (este año un gym sack de New Balance, barritas energética­s, bebida isotónica y bidón de 226ERS, vaselina de Base25, camiseta con diseño exclusivo de la carrera…) es ultra sencillo. Por la tarde la expedición se distribuye en medio centenar de 4 x 4 con chófer-guía para dirigirse a Erg Chebi (un viaje sencillo de menos de 40 minutos con parada en uno de los muchos poblados nómadas de región), una zona de dunas de arena finísima en la que se adentra subida en dromedario­s, que la conducen hasta la cota más alta para disfrutar de una puesta de sol de las que acarician el alma, esas que te hacen pensar que tienes más de lo que mereces. Desde allí, subidos de nuevo en los animales, se llega al Bivouac de la Belle Etoile, donde espera una noche especial bajo las estrellas durmiendo en haimas de pelo de dromedario (similares a las de los nómadas, salvo por su confi-

guración interior, en la que encuentras ducha, lavabo… y cama) y cenando tajine de carne con ciruelas y cous cous de verduras y pollo.

La segunda etapa, un medio maratón, posee alicientes atractivos desde mucho antes de comenzar, cuando se hace una quedada para ver el amanecer en pleno corazón del desierto.

La carrera arranca a las puertas de la Belle Etoile y llega al pueblo de Merzouga, concretame­nte a la Kabash Tombouctou, donde se pernocta. La tarde se dedica a visitar un poblado plagado de artistas (en su mayoría músicos) de origen malí. El último día de competició­n aguarda la ‘kilometrad­a’ más exigente, con salida en medio de una extensa llanura desde la que se divisa la frontera con Argelia y meta en el Oasis de Tisserdimi­ne, donde se disfruta de una barbacoa a base de cordero, pollo y verduras (previo paso por unas duchas instaladas para la ocasión que ya las quisiera más de un hotel…). Luego a regresar a la Kabash Xaluca, el punto de inicio, reposar a discreción y aguardar la entrega de trofeos; todos los participan­tes son llamados al escenario para recoger su medalla de

finisher, realizada sobre un precioso fósil (la zona es famosa por poseer importante­s yacimiento­s). Ahí no acaba la cosa, pues al día siguiente, antes de coger el vuelo que nos devuelva a casa (con más de una lagrimita en los ojos), el grupo visita el mercado de Rissani, lugar de abastecimi­ento de las tribus y los nómadas del desierto (curioso su parking de burros…), la antigua prisión portuguesa donde la película de James Bond Quantum of Solace dejó para la posteridad la mayor explosión controlada de la historia del cine, y el Valle del Ziz, que nos proporcion­a una locura de vistas con más de diez millones de palmeras en su interior (se contempla desde un mirador en el que encuentras tiendas para comprar deliciosos dátiles).

 ??  ?? El Kasbash Xaluca te retrotrae a otro tiempo, sumergiénd­ote en un mundo de sosiego ideal para reposar kilómetros y emociones.
El Kasbash Xaluca te retrotrae a otro tiempo, sumergiénd­ote en un mundo de sosiego ideal para reposar kilómetros y emociones.
 ??  ?? Así se relaja el personal tras cumplir con la última etapa. El encanto del Oasis de Tisserdimi­ne invita a ello.
Así se relaja el personal tras cumplir con la última etapa. El encanto del Oasis de Tisserdimi­ne invita a ello.
 ??  ?? No todo va a ser correr. Un baño en la piscina es la mejor manera de confratern­izar y sacarse de encima el calor (no excesivo).
No todo va a ser correr. Un baño en la piscina es la mejor manera de confratern­izar y sacarse de encima el calor (no excesivo).
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 ??  ?? Atacar el buffet libre es uno de los grandes placeres que se dan los participan­tes de la Desert Run al concluir cada etapa.
Atacar el buffet libre es uno de los grandes placeres que se dan los participan­tes de la Desert Run al concluir cada etapa.
 ??  ?? El 4 × 4 es nuestro aliado en todos los desplazami­entos; el de la imagen, concretame­nte, pertenece al equipo médico.
El 4 × 4 es nuestro aliado en todos los desplazami­entos; el de la imagen, concretame­nte, pertenece al equipo médico.
 ??  ?? Tras la primera etapa los participan­tes y sus acompañant­es dejan que sean otros los encargados de sumar kilómetros.
Tras la primera etapa los participan­tes y sus acompañant­es dejan que sean otros los encargados de sumar kilómetros.

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