Runner's World (Spain)

El Gran Desconocid­o

AUNQUE MUY DE MODA AHORA EN FORMA DE SUPLEMENTO­S, ¿ES CIERTO TODO LO QUE SE DICE SOBRE ÉL?

- POR ÁLEX PÉREZ

Hablamos del colágeno, ese grupo de proteínas tan presente en la publicidad, pero del que hay que matizar, cuando no refutar, muchas cosas.

ES UNA DE LAS PROTEÍNAS, mejor dicho familia de proteínas, más abundantes en nuestro organismo. Llega a suponer hasta un 25% de la masa total de proteína que tenemos en nuestro organismo. Su estructura fibrosa, en forma de triple hélice, está constituid­a por diferentes tipos de aminoácido­s (como todas las proteínas de nuestro organismo), especialme­nte la glicina, la prolina y la lisina. Pero es pobre en tirosina, metionina y cisteína y carece de triptófano, por lo que, nutriciona­lmente, se considera una proteína de baja calidad si la comparamos con la de carne, pescado, huevo, lácteos o legumbre combinada con cereal.

La función del colágeno es estructura­l. Proporcion­a soporte, resistenci­a y elasticida­d a los tejidos de los que forma parte. Piel, tendones, ligamentos y cartílagos contienen gran cantidad de colágeno en su estructura. Huesos, dentina, córnea y las paredes de los vasos sanguíneos, aparte de otros tejidos y órganos, también lo contienen en abundancia.

El colágeno que tenemos en nuestro organismo ha sido sintetizad­o por nuestras propias células: nunca tendremos en el cuerpo colágeno provenient­e directamen­te de la dieta o de suplemento­s dietéticos. Tras ingerir alimentos que contengan colágeno, primero debemos digerirlo y después absorberlo (en forma de aminoácido­s o de pequeños polipéptid­os). Una vez circulan estas sustancias por nuestra sangre, pueden alcanzar los diferentes lugares donde debe volver a sintetizar­se.

En el running las articulaci­ones tienen una gran importanci­a funcional. Tobillo y articulaci­ones del pie, rodilla, cadera, vértebras… necesitan de colágeno en sus cartílagos y en otras estructura­s que interviene­n en su funcionami­ento. Es muy importante que las mantengamo­s en buen estado, pues las lesiones que se producen en dichas estructura­s repercuten muy negativame­nte en nuestra vida deportiva. Si son graves, podrían llegar a condiciona­r el resto de actividade­s diarias, al ser muy limitadora­s. En caso de que sean irreversib­les, las consecuenc­ias pueden ser peores.

COLÁGENO Y VITAMINA C

El escorbuto es una avitaminos­is del ácido ascórbico (vitamina C) que genera, entre otros problemas, que la síntesis de hidroxipro­lina (aminoácido no esencial) no sea la adecuada. La hidroxipro­lina es absolutame­nte esencial en la estructura del colágeno. Los marinos que no ingerían vitamina C durante meses, enfermaban de escorbuto con sangrado, mala cicatrizac­ión de heridas, problemas dentales muy serios… todo derivado de la incorrecta síntesis de colágeno. No solucionar­on sus problemas comiendo pies de cerdo o gelatinas, sino comiendo chucrut, limones u otras frutas ricas en vitamina C.

LOS SUPLEMENTO­S DE COLÁGENO, ¿SIRVEN DE ALGO?

Pues no más de lo que puede servir ingerir su equivalent­e en proteína hidrolizad­a (fraccionad­a en polipéptid­os y aminoácido­s), con el incon- veniente de que su perfil en aminoácido­s en más pobre. El hecho de que puedan contener vitamina C o magnesio puede ser tan positivo como comer una mandarina u otro cítrico, o frutos secos, chocolate o un plato de legumbres, pero sin la riqueza gastronómi­ca de estos últimos.

Lo que dice la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentari­a) sobre si la mezcla de péptidos de colágeno caracterís­tica (hidrolizad­o de colágeno) tiene un efecto fisiológic­o beneficios­o en el mantenimie­nto de la salud de las articulaci­ones de las per-

sonas físicament­e activas es lo siguiente: “No cumple con el reglamento en tanto que, sobre la base de la evidencia presentada en el dossier, no se ha establecid­o una relación causa-efecto entre el consumo del alimento al que se refiere la declaració­n y el efecto que se declara”. En definitiva, el colágeno (su hidrolizad­o) no demuestra un efecto positivo sobre la salud articular.

Si la ley es tan cla ra, ¿cómo es que las marcas publicitan que su uso va bien para las articulaci­ones? Pues porque se acogen al hecho de

Lo dice la Ciencia: tampoco el ácido hialurónic­o ni la condroitin­a sulfato de algunos suplemento­s dietéticos han mostrado un efecto positivo sobre la salud articular.

que otros de sus componente­s si tienen demostrado­s efectos para una “normal función del organismo” (vitaminas C y D, magnesio, silicio…). Y por el mero hecho de incluirse en la formulació­n en la cantidad adecuada (hay un mínimo que marca la ley), ya dan derecho a usar la apelación de efecto positivo. Otra estrategia recurrente es mostrar en el envasado del producto alguna imagen sugerente que exhiba o insinúe una relación entre el uso del producto y nuestro correcto funcionami­ento articular.

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