Contra la Epilepsia
LA LUCHA DE UN HOMBRE PARA EVITAR EL RECHAZO SOCIAL PROVOCADO POR LA ENFERMEDAD.
Javier Torija es epiléctico, pero corre y lanza desde su empresa iniciativas de ayuda.
CCUANDO JAVIER TORIJA tenía catorce años una novia le rechazó, no porque no le gustara su físico o su carácter, sino porque era epiléptico. Así, de esta manera tan gráfica y traumática, especialmente en esa época vital en que las hormonas comienzan a revolotear, Javier descubrió el estigma social que provocaba esa enfermedad que él sufría desde los siete años. A ese rechazo de la sociedad, que se manifiesta de muchas maneras, al final te acabas acostumbrando, aunque eso no significa resignarse porque Javier, 36 años después de aquel plantón, sigue luchando para que ningún pretendiente se lleve calabazas solo por ser epiléptico.
Javier Torija, madrileño, sonríe cuando recuerda aquel primer despecho sentimental y sin embargo se desespera al ver que todavía hoy en día observa repudio ante las personas que sufren epilepsia: “No lo entiendo, no es contagioso, es falta de información”. Él no ha tenido que renunciar a ningún sueño por padecer esa enfermedad y quiere proclamar ese mensaje a través del deporte. Desde hace menos de un año está inmerso en un reto deportivo que consiste en participar en diez carreras de 10 km. Lo inició hace unos meses y probablemente tendrá continuidad con más retos.
Torija es propietario de una empresa de organización de eventos deportivos y fue en su trabajo donde vio la oportunidad para hacer llegar mejor a la sociedad ese mensaje que tantas veces ha explicado a lo largo de su vida. “He visto que a través del deporte se puede dar visibilidad a nuestra causa y además estamos recaudando fondos para la Fundación Purpledsyspain de ayuda
“El próximo reto de Javier Torija es participar en una Spartan Race; tratará de llevarlo a buen puerto en mayo de 2019.”
al afectado de epilepsia. Tenemos varios proyectos en marcha y uno de ellos es la remodelación y dotación de mayores recursos de la unidad de neurología del Hospital Niño Jesús”.
Los fondos se recaudan con la venta de pulseras solidarias que se venden a 1,5 euros, además de acciones puntuales en las carreras en las que participa o charlas que está impartiendo. Javier aspira a llegar a recaudar este año unos 10.000 euros, y es que no está solo en esta aventura, ya que le acompañan marcas como Gafaseos, Luanvi, adidas, Skechers Performance, Banco Sabadell y Zirosport. Eso y el apoyo de grandes figuras del atletismo como el subcampeón de Europa de 3.000 obstáculos, Fernando Carro, o el mismísimo Jesús España.
De pequeño Javier llegó a sufrir hasta 20 crisis diarias. “No podía salir de casa, no podía hacer la vida de cualquier niño de mi edad: ni viajar, ni tener carnet de conducir”. Pero eso era antes porque la ciencia, afortunadamente, ha avanzado mucho en los últimos años. Ahora “las personas afectadas con epilepsia pueden hacer una vida totalmente normal solo con cumplir una pautas: tener la mente ocupada intelectualmente, dormir 8 horas diarias mínimo, tomar la medicación regularmente a diario, no beber alcohol, hacer deporte de una manera habitual y llevar una dieta sana”. Así de sencillo y de efectivo. Tanto que Javier Torija no sufre ninguna crisis epiléptica desde hace diez años, conduce y cuando acabe con el reto de las diez carreras de 10 km ya está pensando en un objetivo más imponente. “En mayo de 2019 quiero participar en la Spartan Race”.