UNA VERDAD INCÓMODA
Para zanjar la polémica surgida a raíz de un comentario mío en el pasado Runner’sWorld de junio sobre la inconsciencia de correr un maratón sin haberlo preparado suficientemente, quiero dejar clara mi postura al respecto. Yo nunca he dicho que la maratón sea una prueba reservada a unos pocos. Todo el mundo puede correrla, siempre que tenga una preparación adecuada. La cual, desde el punto de vista saludable, se consigue cuando tienes una gran base de kilómetros en tus piernas a lo largo de los años (en concreto, 15.000 es la cifra aproximada que se aconseja). Repito: Lo digo desde el punto de vista de la salud, que es el que utilizo en mis escritos. Por tanto, dejemos a un lado la filosofía, la política, la religión, la moral, el buenismo, las modas, el qué dirán, lo socialmente correcto y las fantasías animadas de ayer y hoy. Esto va de ciencia. No se puede reír la gracia a alguien que te cuenta que ha empezado a correr en octubre, que en diciembre corre una San Silvestre y en abril ya sale en un maratón, mientras la cifra de muerte súbita en carreras se dispara.