Venció a los Hombres
UNA DEPORTISTA DE CORAZÓN QUE GOZA EL RUNNING POR ENCIMA DE CUALQUIER ÉXITO (Y TIENE UNOS CUANTOS).
La psicóloga Davinia Albinyana, ganadora de la Desert Run 2018.
QQUE DAVINIA ALBINYANA tenía talento para combates aeróbicos quedó claro desde que militaba en categoría benjamín. A los 8 años, en Carcaixent (Valencia), su pueblo, disputó una carrera popular e hizo podio de la general; lo que quiere decir que enseñó la espalda a muchas niñas… y niños. Tres décadas después sigue manteniendo el hábito.
A mediados del pasado octubre viajó a Marruecos para participar en la Desert Run (tres etapas de 15, 21 y 26 km), evento del que supo “a través de las redes sociales, y me encantó”. No solo fue la primera mujer en cruzar la meta cada día; venció en la clasificación absoluta el último y se quedó a un minuto y nueve segundos del primer puesto de la general. Mujer sencilla, deportista sin fisuras, poco amiga de sobredimensionar laureles, asume como una tendencia natural la futura paridad en pruebas de larga distancia: “Lo hemos visto ya en 100 km e incluso en otras disciplinas, por ejemplo el Dakar”. Esas chicas, las que aniquilan tendencias y hacen tambalear con sus zancadas los cimientos del status quo, no son hijas del azar. La propia Davinia es muestra válida: jugó al balonmano a nivel nacional, dio el sal- to al atletismo y, de ahí, bici mediante, probó con la materia que más prestigio le ha otorgado.
Como duatleta fue 15ª en el Mundial de 2016, 8ª en el Campeonato de Europa de 2014 (10ª en 2017)… “el Campeonato del Mundo tiene mucho peso, pero el mejor duatlón del planeta está en Europa, concretamente la liga francesa, donde he tenido la suerte de competir como profesional durante 4 años en el Stade Français Paris, la entidad más potente”, cuenta quien desde hace dos temporadas defiende los colores del madrileño Diablillos de Rivas y, en el ámbito del atletismo, del C.A. Serrano, radicado en esa tierra que parece haberse vuelto completamente loca por el running: “En
Valencia el corredor está en una nube y debe valorar todo lo que ofrece la ciudad. Disponemos de un amplio calendario de carreras; cortas, largas, trail, cross, pista… Puedes escoger entre un montón de grupos de entrenamiento, hay multitud de servicios y eventos especiales para preparar las competiciones más importantes… Además hemos podido disfrutar en primera fila de los mejores atletas del mundo, algunos de los cuales nos han regalado récords fantásticos en medio maratón. Por no hablar del circuito para entrenar en el antiguo cauce del Turia, un enclave envidiable… a veces pienso que estamos demasiado mimados”.
El escenario parece ideal para sus pretensiones a corto plazo: “Voy a cen- trarme en los 10 km, me gustaría hacer marca personal o al menos conseguir registros que se acerquen a ella, 34:23”. Por eso tiene marcado en rojo el 10K Valencia Ibercaja, “pues su fecha (13 de enero en 2019) y calidad hacen que sea ideal para correr muy deprisa. Otra cita mítica es la Volta a Peu y, si ampliamos los límites al resto de la Comunidad Valenciana, me decantaría por la San Silvestre Crevillentina, creo que después de la Vallecana es de las mejores de España”.
Para mantener sus excelentes prestaciones debe hacer más de un sacrificio, pues lo que lleva el pan a la mesa no es el desgaste de suela, si no su trabajo como “psicóloga del deporte en el Centro de Tecnificación de Cheste y educadora so- cial en un centro de acogida de jóvenes muy… enérgicos (risas). Mi verdadero reto es rendir en el día a día. Hay veces que madrugo para salvar la sesión, otros modifico el horario de comida para entrenar a mediodía y, sobre todo, suelo evitar desplazamientos para aprovechar mejor el tiempo; adapto el entreno a las instalaciones de Cheste o de mi otro trabajo. Ahí mi entrenador tiene un papel clave, flexibiliza mucho las cargas teniendo en cuenta mi jornada laboral”.
¿Cómo influye su formación de psicóloga a la hora de relacionarse con la carrera a pie? “Me da muchas herramientas para conjugar cuerpo y mente, estableciendo objetivos, haciendo balances, preparando las competiciones y disfrutando de nuestro deporte pase lo que pase”, sostiene quien considera que lo mejor del atletismo popular es que “humaniza los retos personales y los socializa cuando los compartes con el resto de los que te rodean”. Un razonamiento que tiene su cara B puesto que “se ha desvirtuado la esencia del atletismo, la gente confunde pasión con obsesión”.
Si le invitamos a soñar y decantarse por una carrera en cualquier rincón del orbe, no se complica la vida con reservas de avión ni nombres grandilocuentes. Vuelve a barrer para casa: “La Maratón de Valencia. En 2017 competí con una mononucleosis que hasta un año después no me ha permitido correr en mis mejores condiciones… Tengo una espinita clavada con ella y espero quitármela muy pronto”.
“Se ha desvirtuado la esencia del atletismo, la gente confunde pasión con obsesión”