CAMBIO DE PERSPECTIVA
entró en el Coliseum de Los Ángeles para afrontar los últimos 400 metros del primer maratón olímpico femenino, el 5 de agosto de 1984, la cara del running cambió para siempre. Frente a un público entregado, y con los ojos del mundo puestos en ella, su última vuelta al estadio la llevó a atravesar la línea de meta en un tiempo de 2:24:52 h, coronando así una actuación propia del enorme e histórico significado de una carrera que es referencia en la batalla por la igualdad de género en el mundo del running. Lo que lo hizo más extraordinario fue que, sin que la mayoría de los que lo vieron lo supiera, se convirtió también en la culminación de un increíble regreso personal contra todo pronóstico.
Cuando Joan Benoit comenzó, el running no podía estar más lejos del público. Consciente de que correr no se consideraba un pasatiempo normal para una joven a principios de los 70, ella paseaba tranquila hasta los caminos del parque de Fort William, cerca de su casa, en Maine (EEUU), y allí, en soledad, corría todo lo que quería. Después regresaba a su hogar. Hasta que un día vio a una mujer que reconoció como la timonel del equipo de remo de Princeton Eight ¡corriendo en la carretera! “Me dije: ‘Si ella puede, yo también’”, recuerda Benoit. Y nunca más miró atrás.
Nacida el 16 de mayo de 1957 en la ciudad de Cape Elizabeth (Maine), Benoit amaba los deportes desde muy pequeña, aunque su verdadero primer amor fue el esquí y soñaba con llegar a ser algún día olímpica. De hecho, la historia del maratón hubiera sido distinta si aquella niña de 16 años no se hubiera roto la pierna en una competición de descenso, pero después de que le aconsejaran probar el running para fortalecer, se enamoró rápidamente de este otro deporte. En tan solo un año, se había clasificado para una competición olímpica júnior en Carolina del Norte. Sin embargo, no había largas distancias para ella allí.
En aquella época a las mujeres no se les permitía correr los 42 km porque “se harían un daño irreparable a sí mismas y nunca podrían tener hijos”, decían incluso algunos expertos.
los tiempos cambiaron. En 1966, Gibb terminó extraoficialmente el maratón de Boston (aunque rechazaron su participación) y, al año siguiente, Switzer consiguió ser la primera mujer en correrlo con dorsal oficial, a pesar de que los jueces lucharon por sacarla de la carrera.
En 1972, se aprobó en EEUU una ley por los derechos civiles en la que se prohibía la discriminación en base al sexo en cualquier
1896
1896 No hay mujeres en los primeros Juegos modernos porque su fundador, Pierre de Coubertin, asegura que
“no están hechas” para soportar ciertos shocks.
1900 Veintidós mujeres compiten maratón femenino de la historia de los Juegos Olímpicos, Benoit iba con unas muletas después de una cirugía de artroscopia. Pero lo que parecía un desastre se tradujo en una recuperación asombrosa: “A la semana siguiente ya podía correr sin dolor”, recuerda Benoit.
De inmediato, retomó los duros entrenamientos. Para compensar su debilitada rodilla, tiró de sus músculos isquiotibiales, lo que derivó en una lesión que resultó ser peor que la primera. A menos de una semana para las clasificatorias, Benoit no podía correr sin dolor. Desesperada, recurrió a un terapeuta, el doctor Jack Scott, y a un dispositivo en pruebas llamado Acuscope, que transmitía microcorrientes eléctricas en los músculos lesionados. Llegaron a trabajar hasta ocho horas al día. “No sé si el Acuscope era un placebo o no”, dijo Benoit en su día. “Todo lo que sé es que funcionó”.
En la clasificatoria para el maratón, corrió casi hipnotizada, esperando que su rodilla se viniera abajo en cada paso. “A día de hoy, aún no sé cómo sobreviví a esa carrera”. Aunque hizo algo más que sobrevivir: la ganó.
Una historia de (des)igualdad olímpica en París. Hélène de Pourtalès se convierte en la primera campeona olímpica, como parte del equipo de vela. Charlotte Cooper gana la primera medalla de oro individual en tenis.
1928 Cinco eventos de atletismo se abren a la participación de mujeres, pero, tras falsos informes sobre su sufrimiento en los 800 m, el COI
1952
prohíbe las pruebas femeninas de más de 200 m.
1952 Se permite a las mujeres que puedan competir en algunos eventos de equitación.
1960 Se permite, por primera vez desde los Juegos de 1928, que las mujeres corran los 800 m. Gana Lyudmila Lysenko, con 2:04,50 min.
linas. El triple salto se une a las disciplinas femeninas.
2012 Los Juegos Olímpicos de Londres son los primeros en contar con, al menos, una mujer cada delegación. El boxeo se habilita para mujeres.
2016 El 45% de los participantes en
Río fueron mujeres. Existen ahora 161 competiciones para hombres,
136 para mujeres y nueve mixtas.
VIOLET PIERCY, EN 1926, se convirtió en la primera mujer en correr un maratón reconocido por la Asociación Internacional de Atletas Federados, con un tiempo de 3:40:22 h.
FANNY
BLANKERS-KOEN, EN 1948, ganó cuatro medallas de oro olímpicas y estableció récords mundiales en salto de longitud, salto de altura, pruebas de velocidad y vallas. Lo hizo siendo madre en dos ocasiones y ya con 30 años, lo que contrarrestó la idea de que la edad y la maternidad limitaban las posibilidades de éxito entre las mujeres.
ARLENE PIEPER, EN 1959, se convirtió en la primera mujer en terminar de manera oficial un maratón en EEUU, al entrar en meta en el de Pikes Peak.
BOBBI GIBB, EN 1966, se convirtió en la primera mujer en correr el maratón de Boston. Nunca se registró de manera oficial su llegada a la meta.
KATHRINE SWITZER acaparó los titulares porque un juez trató de sacarla de la carrera en Boston. No lo consiguió.