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ESTE PERIODO HISTÓRICO QUE NOS HA TOCADO VIVIR HA HECHO QUE NOS DEMOS CUENTA DE LO IMPORTANTE QUE ES PARA TODOS SENTIR EL CONTACTO DIRECTO CON LA NATURALEZA. ESTAR AL AIRE LIBRE HA COBRADO UNA NUEVA DIMENSIÓN, FUNDAMENTAL DESDE EL PUNTO DE VISTA FÍSICO Y PSÍQUICO, ESPECIALMENTE PARA AQUELLOS QUE PRACTICAN UN DEPORTE COMO LA CARRERA, QUE SE BASA EN EL SENTIDO DE LA LIBERTAD Y LA EMOCIÓN.
El trail running es una especialidad joven. Después de todo, se comenzó a hablar de él hace solo veinte años, pero desde hace un tiempo ha aumentado el deseo de muchos corredores habituales de experimentar el desafío de correr por la montaña. ¿Te ha llegado a ti esa inspiración? Si es así, aunque aparentemente la carrera por senderos puede considerarse similar a la carrera por asfalto, hay varias cosas que debes saber y aprender antes de lanzarte a esta aventura, especialmente porque el trail running se basa en una regla exclusiva: no hay un paso igual al anterior. Para ayudarte a perfeccionar y disfrutar de la experiencia de las carreras en la naturaleza, hemos elaborado una lista de consejos que, estamos seguros, te serán de utilidad.
Una de las muchas cosas que me encantan de las carreras de trail es que cada ruta tiene su propio terreno y desafío. Hay caminos anchos, calcáreos –y con frecuencia planos–, que sirven como una buena introducción a la carrera fuera del asfalto. Después están los caminos estrechos, sinuosos, con obstáculos como raíces de árboles, rocas, arena, colinas, barro… Los caminos de sentido único suelen ser más exigentes y brindan una experiencia de carrera dinámica.
Las carreras de trail pueden ser agotadoras al principio, y tardarás hasta el doble del tiempo del que tardas en una carrera de asfalto, sobre todo en las primeras fases del entrenamiento. Dejarse el ego en casa es de sabios, así como bajar el ritmo y concentrarse en encontrar uno nuevo. En pocas semanas estarás corriendo por las colinas por las que solías caminar.
Es preferible comenzar yendo con tus amigos o con tu perro, y si te vas solo a la montaña, dile a alguien dónde vas y qué ruta vas a hacer. Siempre lleva el móvil y tu propio avituallamiento con líquidos y alimentos energéticos. Si es posible, lleva un mapa de la zona y el DNI. Descárgate la ruta en el móvil o en tu reloj, y también una aplicación de seguridad. Procura estar atento en todo momento.
Primero, comparte el camino con otros usuarios (jinetes, excursionistas, ciclistas de montaña...). Por lo general, los corredores en bajada deben ceder el paso a los que suben porque el esfuerzo es mayor. Pero, en caso de duda, basta con ser amables y educados, independientemente de si se baja o se sube. Intenta ir por los senderos señalizados y corre a través de los charcos (o sáltalos), en lugar de rodearlos; si no, harás el recorrido más largo). ¡Y no tires desperdicios!
Puede ser tentador observar lo que hay enfrente o admirar la naturaleza que te rodea, pero hacerlo te puede llevar rápidamente al suelo. Si quieres disfrutar de la vista, puedes ir andando o pararte. Si no, trata de concentrarte en mirar tres o cuatro metros más allá para ir pensando en una línea de paso o en posibles puntos de apoyo sucesivos. Esto te ayudará a mantenerte concentrado, trabajando así el verdadero don de las carreras de trail. A medida que te vayas sintiendo más cómodo corriendo por caminos, empezarás a saber dónde está esa línea de manera instintiva.
Correr por estos caminos es mucho más difícil que hacerlo por las calles de tu ciudad, sobre todo si se trata de uno técnico con raíces, piedras y otros obstáculos que ‘entretienen’. Más vale evitar comparar el ritmo con las carreras urbanas. En vez de eso, aminora y desarrolla un ritmo personal. Corre en función de tu nivel de fatiga, ritmo cardiaco y la propia sintonía de tu cuerpo. Para los nuevos