TU PLAN ANTIEDAD
No dejes que los años frenen tus metas como runner. Con estos ejercicios conseguirás que tus tejidos musculares se mantengan más fuertes y resistentes.
Los corredores maduros que acumulan un buen kilometraje a menudo se enfrentan a problemas musculares debido al exceso de tejido cicatricial. En los tejidos musculares se producen distensiones microscópicas como resultado del running, y las cicatrices se van acumulando con el paso del tiempo. Este tejido se vuelve más fibroso, menos elástico y más frágil, y tiene más posibilidades de desgarrarse que de estirarse para absorber la carga acumulada. Los músculos pueden presentar nudos de tejido cicatricial, similares a grumos espesos. Si a esto le añadimos el hecho de que el músculo ya no es tan fuerte debido a la edad, tenemos el caldo de cultivo ideal para una distensión. Aunque esto puede pasar en cualquier grupo muscular, se da especialmente en aquellas zonas en las que previamente ha habido lesiones.
Los gemelos son los más propensos a sufrir este problema. Los pequeños bultos se sienten en la parte interior del músculo al ponerte boca abajo, y en la parte exterior si tiendes a apoyar la cara externa del pie. El dolor intenso provocado por una distensión o torcedura del tejido se puede manifestar como una molestia en el músculo que va gradualmente en aumento, seguida de un calambre. Lo mejor es trabajar duro los tejidos un día y, al día siguiente, hacer un entreno más suave para permitir la recuperación. El objetivo es abrir las fibras, romper las adherencias y estirar las fibras de colágeno. Con esta tabla conseguirás que los tejidos sean más resistentes a las lesiones.