ACABA CON LA RIGIDEZ
NO EXISTEN EVIDENCIAS CIENTÍFICAS DE QUE NUTRIR LA FASCIA PUEDA REDUCIR EL RIESGO DE ENFERMEDAD, PERO SABEMOS QUE ESTE TEJIDO PUEDE AFECTAR A LA ENERGÍA, EL RENDIMIENTO Y HASTA AL NIVEL DE ESTRÉS
1. USA UNA PELOTA
La fascitis plantar (dolor en el talón debido a una inflamación en la planta del pie) afecta especialmente a los corredores. Y entraña un problema mucho mayor, ya que causa un desequilibrio que puede acabar provocando cojera y otras lesiones también graves. Para evitarlo, rueda tus pies sobre una pelota pequeña durante un minuto al día.
2. DATE UN MASAJE
Tratar de mejorar la salud fascial sin técnicas ni herramientas adecuadas (como el rodillo de espuma) no es posible. Al aliviarla, se reduce el dolor y mejora la amplitud del movimiento. El tejido blando masajeado elimina la acumulación de colágeno. Para lograrlo, rueda con una pelota de masaje hasta que notes como se suelta el tejido.
3. HIDRÁTATE BIEN
El cuerpo se compone principalmente de agua, y gran parte de ella se almacena en la fascia. Si estás poco hidratado, el tejido se volverá seco y frágil.
Y la consecuencia será cierta pérdida de movilidad. Por eso, no olvides tomar ochos vasos de agua al día, y bebe dos más cuando hagas ejercicio intenso, para compensar la pérdida de líquido.
4. COME VERDE
Cuando una zona está inflamada, eso afecta a la fascia, ya que la inflamación se infiltra a través de esta red y provoca dolor. Pero una dieta sana, abundante en productos frescos, frutas y verduras, te ayudará a reducir la inflamación. Además, incorporar una ración diaria de colágeno, como el caldo de huesos, puede ayudar a fortalecer tu fascia.