PEDRO AGUADO

EN ESTE RETO SE ME HAN SALTADO LAS LÁGRIMAS, Y VER A DANIELA EN LA ÚLTIMA ETAPA ME PARTIÓ TODO

AYUDA AL SÍNDROME DE DRAVET

LOS NIÑOS AFECTADOS por el síndrome de Dravet comienzan a sufrir crisis epilépticas en su primer año de vida. Generalmente son convulsiones que, a partir del segundo año de vida, ralentizan el desarrollo cognitivo. Pedro Aguado, de 46 años, conoció a Daniela, una niña de San Feliú de Llobregat con este síndrome, a través de un compañero de carreras de la Associació Esportiva Yo Corro, y se unió a un grupo de personas afectadas por el síndrome de Dravet.

“Desde entonces, me he dedicado a correr por esta causa noble, convirtiendo cada kilómetro recorrido en una forma de recaudar fondos para apoyar a quienes sufren esta enfermedad”. Mi último reto (28 de octubre-11 de noviembre) ha sido una travesía casi en solitario desde San Feliú de Llobregat (Cataluña), donde resido, hasta Puente Viesgo (Cantabria), donde nací”. En total, 690 kilómetros repartidos en 13 etapas de casi 50 kilómetros diarios por asfalto y caminos. “Iba a un buen ritmo y me machaqué las patas. Necesité dos jornadas de descanso entre medias. Sobre las 6:30 h, me levantaba, me tomaba dos plátanos, dos pastillas de omega-3 y un multivitamínico. Salía a las 7 h, y dos horas después, sobre el kilómetro 21, desayunaba dos tostadas, café con leche y un zumo de naranja y continuaba hasta las 5. Esta segunda parte era la que se me hacía más dura”. Los primeros ocho días, su mujer, que conducía una autocaravana, donde dormía, y su hija, fueron su mayor apoyo: “Ha sido un reto durísimo y cuando mi mujer y mi hija se fueron me costó gestionarlo. Con ellas, cuando terminaba de correr, era un poco cachondeo: no pensaba en el día siguiente y los kilómetros que tenía que recorrer. Y cuando hice la última etapa y llegué a Puente Viesgo, estaba Daniela esperándome. En este reto se me han saltado las lágrimas varias veces. Me he puesto sensible. He pensado en mi infancia corriendo por los montes de Cantabria, en mi familia, y ver allí a la niña Daniela, que había viajado para estar conmigo ese día, pues se me partió todo”, confiesa.

Gracias a este esfuerzo, este corredor de carreras de montaña, ha logrado más de 4.000 euros y ha dado visibilidad a esta enfermedad rara que afecta a niños.

Más información y colaboraciones: apoyodravet.eu

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