INDIAN
Scout Bobber
R esulta irónica la presentación de un modelo como la Indian Scout Bobber. ¿Por qué? Porque se trata de una moto con la que la firma norteamericana quiere atraer a los denominados "millennials", el grupo de población nacida entre los años 1980 y 2000. Y esta Indian retoma la iconografía "bobber", la de aquellos modelos estadounidenses de las décadas de los 40 y 50 que significan los precedentes de las actuales custom. Como verás, un regreso al futuro en toda regla. La corriente "bobber" nació por la necesidad de los motoristas de entonces de crearse sus propias motos dadas las restricciones de nuevos modelos debido a la producción de los gigantes de la época, Harley-Davidson e Indian, dirigida a las necesidades de la II Guerra Mundial. Incluso muchas de estas versiones artesanales acabaron empleándose en competición. Esta escasez provocó que los precios de las motos a la venta subieran espectacularmente, por lo que los "bobber boys" se dedicaron a tunear las motos de guerra que ya eran inservibles. Se les recortaba el guardabarros traseros (de ahí el término "bobtail") y se eliminaban todos los elementos accesorios para dejar una moto lo más ligera posible y de este modo maximizar la aceleración. Como en el mundo de los coches, las pruebas de aceleración clandestinas entre jóvenes estaban a la orden del día en los EE.UU. ¿Has visto películas como American Graffiti o Rebelde sin causa? Pues si te montas en una Indian Scout Bobber te trasladas a aquella mítica época. No es extraño que uno de los mayores éxitos recientes de Harley-Davidson haya sido la Forty Eight, una "bobber" con mayúsculas, o que hayan entrado también en las cilindradas medias en este campo con la Harley-Davidson Street Rod 750. Yamaha XV950 Bolt, Moto Guzzi V9 Bobber o Triumph Bonneville Bobber reflejan la actualidad de este subsegmento. La Indian Scout Bobber no es tan radical como la Triumph Bobber con su tren trasero de imagen auténticamente "bobtail", sino que se posiciona como una custom oscura, desnuda y monoplaza. Creo más bien que el término "bobber" está utilizado aquí de forma más comercial que
real. Algo similar ocurre con el concepto "scrambler" o "café racer". Pero la moda manda. Lo que no resta un ápice de atractivo a esta Indian Scout menos cromada que la versión original. En absoluto. Greg Brew, antes responsable de firmas como Fiat o BMW, es el encargado del equipo de diseño de los productos del grupo Polaris. En el caso de la nueva Indian Scout Bobber, se ha tomado la versión original Indian Scout y se la ha dado más músculo y se la ha oscurecido (fuera cromados). Hasta el chasis se decora en riguroso negro, así como los escapes, llantas, horquilla y tijas, radiador, amortiguadores y basculante o el motor, excepto las culatas y las líneas laterales. Y la lista sigue con el manillar, puños, estriberas, pedal de freno y palanca de cambio, tapa de embrague y de motor de arranque, faro, protección de la correa, guardabarros y depósito. También la instrumentación, en lugar de la combinación rojo y crema habitual en Indian. Se comercializa en dos terminaciones de negro, mate y brillo, además de granate, plata o bronce, y destaca el nuevo logotipo Indian sobre el depósito. Una moto negra, negra. Esta decoración oscura hace que parezca una moto aún más minimalista que la versión Scout original con la que comparte el motor de 1.130 cc con esquema V-Twin a 60º. Y su precio de 13.990 € es idéntico a ésta.