Cien días sin ver a los hijos
Soy padre de dos preciosos mellizos de un añito, Jan y Pol, y al leer el articulo titulado «Soy un buen padre», me emocioné de verdad. Qué envidia los padres que pueden ver a sus hijos todos los días. Yo no puedo, no porque no quiera, sino porque no me dejan. Cuando tenían cinco meses mi mujer se fue de casa llevándoselos y estuve 115 días sin verlos. El pasado diciembre empezamos el régimen de visitas, mis hijos ni me reconocían; ahora me ven y levantan los brazos, qué bonito. Los disfruto una tarde a la semana y cada dos fines de semana, muy poco tiempo para que haya una buena relación y crezcan emocionalmente seguros. Es una pena, pero es la realidad que muchos padres sufrimos a diario.