Fijar las prioridades
Analizar las posibilidades
t odos los colegios tienen cosas buenas y cosas malas. Incluso el que más te gusta, probablemente tendrá un pero, algo que no te entusiasme. Se trata, entonces, de encontrar el que más requisitos cumple según tus prioridades y aquel cuyas pegas sean más llevaderas. Aquí te ofrecemos una serie de puntos que te pueden servir de guía a la hora de buscar y encontrar lo más parecido a tu cole ideal.
Pero sois vosotros quienes debéis decidir a qué factores le dais más importancia y establecer un orden de prioridades, según vuestras necesidades y vuestra situación. Eso os ayudará mucho a descartar y acotar el campo de búsqueda. Por ejemplo, si el cole tiene un buen servicio de ruta que os podéis costear o tienes tiempo para traer y llevar a tu hijo, igual no os importa demasiado que no se pueda ir andando. O puede ser que no tengáis coche ni haya ruta, en cuyo caso sería decisivo que esté cerca de casa. Tal vez queréis un colegio de renombre, nuevo y con grandes instalaciones, o quizá vuestra idea sea un sitio pequeño y familiar, aunque no tenga canchas de baloncesto. O quizá queréis encontrar un centro religioso. El criterio es, por lo tanto, subjetivo a más no poder.
Un factor determinante y en muchos casos excluyente será el precio
Para evitar sofocones tendréis que ser lo más prácticos posible. ¿Hasta qué cantidad podéis permitiros en un colegio de pago?
Entérate bien de si hay plazas o lista de espera y cuáles son las condiciones de ingreso
En los colegios extranjeros o con un alto nivel de idiomas pueden pediros un examen para comprobar el nivel antes de admitir al niño, si es que no entra en educación infantil.
Si prefieres buscar uno público o concertado (y estos son los que suelen tener menos vacantes), hazte la pregunta más temida para quienes ya se han metido en estos berenjenales: ¿crees que puedes reunir los puntos suficientes para entrar según el baremo de la administración? Si no es así, ¿tienes un «plan B»? ¡Te lo recomendamos!
Después de ordenar tus prioridades, pregúntate cómo es tu hijo. ¿Cuáles son sus aptitudes?
¿Qué necesitaría para sentirse cómodo? Cada niño es distinto y lo que es la panacea para uno puede ser un infierno para otro. Por ejemplo, si es muy tímido y muy apegado a la familia, puede sentirse fuera de lugar en un cole gigantesco y agradecerá que lo lleves a un sitio pequeño, con una sola clase por curso y pocos niños por aula. O, si su pasión es la música, habrá que sopesar qué peso tiene esta asignatura en cada centro. Eso fue lo que inclinó la balanza para Ana y Javier, ambos músicos de profesión: «Hicimos el esfuerzo de llevar a nuestra hija a un colegio privado solo porque potencia el as-